The New Gate


Capítulo 8: The New Gate Capítulo 33 (parte 1).



Fecha de Publicación: 2018-01-03 00:04:55

Fecha de Actualización: 2018-01-03 00:04:55

Publicado por: drakaurs


Tiera: “Hace frío ...”

Shin: “Ponte esto.”



Shin sacó un abrigo forrado de piel y se lo dio a la temblorosa Tiera. Por otro lado, Yuzuha se acurrucó más cerca de ella para calentarla.



Gracias a la energía ilimitada de Kagerou, el carruaje siguió corriendo a una velocidad que superaba incluso la de un automóvil. Debido a esto, ya habían recorrido una distancia considerable.



Según Mitsuyo, ya habían cubierto la mitad de la distancia desde Fuji a la ubicación actual de Kunitsuna.



A medida que avanzaban hacia el norte, comenzaron a ver rastros de nieve a dos días de abandonar Fuji. Ahora, un mundo blanco y plateado se extendía a los alrededores y el paisaje alrededor del carruaje se volvió visiblemente diferente después de tres días de su partida.



Ni siquiera podían ver el suelo desnudo debido a la nieve, pero Kagerou no tuvo problemas para avanzar.



Shin: “Pensar que teníamos que convertir el carruaje en un trineo...”

Schnee: “Parece que nuestro destino estará cubierto de nieve.”



Shin se había movido al asiento del cochero y estaba intercambiado palabras con Schnee. Ambos llevaban abrigos gruesos y peludos y pantalones gruesos. También llevaban guantes y botas anticongelantes, lo que los equipaba para el frío de la cabeza a los pies.



No importa cuán resistente sea el cuerpo al frío, incluso si no impide el movimiento, la sensación de frío permanecerá.



Schnee afirmaba estar perfectamente bien con su ropa normal, pero los otros miembros del grupo protestaron porque solo con mirarla los hacía sentir frio, así que también estaba usando ropa gruesa.



Además, andar por paisajes nevados sin ninguna contramedida para el frío los haría parecer inusuales a los ojos de los extraños; especialmente Filma con su alta proporción de piel expuesta.



El interior del carruaje había sido remodelado y estaba más cálido que afuera, pero debido a los materiales utilizados, aún se sentía frío. Por estas razones, Tiera, Filma y los demás también vestían ropa más abrigada.



Por otro lado, Shibaid, que llevaba equipada una armadura de cuerpo completo de baja calidad para ocultar su identidad, simplemente llevaba un abrigo encima.



Mitsuyo, siendo un arma, dijo que no necesitaría nada, pero Shin y los demás la obligaron a cambiarse de ropa y usar un abrigo. Un kimono y abrigo de invierno sería un absoluto desajuste.



Shin: “Oh, una manada de Colmillos de Nieve... ha simplemente escaparon”.



Un grupo de monstruos de tipo lobo blanco aparecieron en el rango de detección de Shin, pero huyeron asustados por la presencia de Kagerou. Su camino hasta ahora había sido una serie continua de tales eventos, ya que el grupo de Shin procedió directamente hacia su destino, sin la más mínima escaramuza.



Shin: “Mitsuyo, ¿es esta la dirección correcta?”

Mitsuyo: “Sí, al frente. ¿Hay algo mal?”

Shin: “Parece que tenemos que atravesar un bosque. Escuchen todos, vamos a bajar por un tiempo.”



El carruaje se detuvo justo antes de la zona boscosa y el grupo comenzó a caminar.



Debido a la fuerte nevada, el grupo avanzó a un ritmo relativamente lento. Desde las profundidades del bosque, desde el interior de la nieve, los ojos de monstruo estaban fijos en ellos. Parecían comprender que no eran rivales para el grupo: después de una breve mirada, todos se marchaban rápidamente.

Entre ellos, ciertas presencias siguieron siguiéndolos a distancia.



Schnee: “Estamos rodeados.”

Shin: “Sí. Están manteniendo un círculo para rodearnos. Su supresión de presencia y movimientos coordinados son demasiado buenos para simples ladrones.”



Shin y Schnee verificaron los números del grupo que los perseguía mientras seguían caminando.

Filma, Shibaid y Mitsuyo actuaron naturalmente, pero estaban listos para sacar sus armas en cualquier momento.



Tiera: “No se supone que haya aldeas por aquí, ¿verdad?”



Tiera, al ser sensible a las miradas de otras personas, también notó que estaban siendo observados. Hablando sin dejar que su respiración se volviera irregular, apretó su arco.



Shin: “Puede haber algo cerca de nuestro destino. O tal vez son solo una banda de ladrones. Ya veremos cuando lleguemos allí. Si seguimos adelante, tarde o temprano habrá alguna reacción.”



Tranquilizados por el optimista Shin, el grupo continuó caminando por el bosque sin senderos.

Su entorno continuó sin cambios durante aproximadamente otros 15 minutos: cuando llegaron cerca de una montaña, una flecha golpeó la nieve junto a los pies de Shin.



Shin: “Parece que no nos dejarán ir más allá.”

Mitsuyo: “Hmph, si son ladrones, simplemente probarán nuestras espadas.”

Shin: “Bueno, escuchemos lo que tienen que decir primero. Uno de ellos se está acercando.”



Después de tratar de hacer que la Mitsuyo de sangre caliente se enfriara, Shin se enfrentó a la presencia que se aproximaba.

Lo que apareció entre los árboles fue una joven, vestida con un atuendo ceremonial negro y rojo, que Shin sintió que ya había visto antes.

Ella también llevaba un abrigo sobre su túnica.



Rasgos faciales bien definidos y orejas de animal en la cabeza. Las orejas de la joven doncella, de color marrón claro como el pelo atado detrás de su cuello, apuntaban hacia arriba debido a su nerviosismo.



Shin: “Eso es un [Immaculate Robe], ¿verdad? Es la primera vez que encuentro un Onmyoji aquí.”

Niña: “Como pensé, no eres un simple viajero que se perdió en el bosque.”



La joven con ropa negra de sacerdotisa parecía haber escuchado a Shin hablar consigo mismo y respondió, su desconfianza claramente expresada en su tono de voz.



-- Rindou Suzune Nivel 210 Onmyoji.



[Analyze] de Shin mostró la información de la chica. Según su nivel, ella probablemente era la más experimentada en el grupo que los rodea.



Shin: “Vinimos aquí para encontrar determinada Katana ubicada en algún lugar más adelante. No tenemos intenciones hostiles hacia ustedes. ¿Podrían dejarnos pasar?”

Suzune: “¿Una Katana?... ah!? ¿Quieres decir que su objetivo es ese? En ese caso, no podemos dejarlos pasar.”



Por razones desconocidas para Shin y su grupo, Suzune tomó un amuleto encantado de su túnica y asumió una posición de lucha.

Su reacción le dijo a Shin y a su grupo que los problemas se estaban gestando.



Shin: “¿Una postura de combate tan repentinamente? Eso es bastante agresivo de tu parte.”

Suzune: “Había predicho que alguien vendría por Onimaru. ¡Pero mientras estemos en pie, no harás lo que quieras!”



El tono de Suzune se hizo cada vez más beligerante. Habiéndole escuchado claramente decir el nombre de Onimaru, Shin se dio cuenta de que no habrían podido evitar tener que lidiar con ella.



El círculo que los rodeaba gradualmente se hizo cada vez más pequeño. Imaginándose que era la única forma, Shin habló nuevamente con Suzune.



Shin: “Tú, ¿podrías ser una persona de [Black Priestess Shrine]?”

Suzune: “No finjas la ignorancia. ¿Quién más usaría túnicas como estas?”



[Black Priestess Shrine] era el nombre de un gremio en la era del juego, de ahí la pregunta de Shin.



Shin: “Sólo quería estar seguro. Si estuviera equivocado, causaría problemas. Déjame preguntarte una cosa más, entonces: ¿Kuchinashi todavía está por aquí?”

Suzune: “!? ¿Cómo conoces ese nombre?”



La expresión de Suzune se hizo aún más aguda debido a su mayor sorpresa y precaución.



El nombre que Shin había mencionado, Kuchinashi, era el nombre del maestro del gremio [Black Priestess Shrine]. Ella fue una de las jugadoras que murieron durante el Juego de la Muerte, por lo que Shin lo mencionó pensando que podría estar relacionado con la situación actual.



A juzgar por la reacción de Suzune, estaba claro que ella al menos conocía el nombre.



Shin: “Por ahora, no avanzaremos más allá de esto. A cambio... sí, informa que el maestro de [Demi Eden] ha venido con su séquito.”



Después de terminar su petición, Shin quito su mano de la empuñadura de su arma, mostrando su falta de hostilidad. Sin embargo, él no iría tan lejos como para guardar el arma.



Suzune: “…De acuerdo. Ayame, estabas escuchando, ¿verdad? ¡Ve!”

Ayame: “¿Debería?”

Suzune: “Te lo ordeno haciendo uso de mi autoridad.”



Siguiendo la orden de Suzune, una de las unidades que rodeaban al grupo se dirigió hacia la dirección a donde se dirigía el grupo de Shin.



Mitsuyo: “¿Está bien dejarla ir?”

Shin: “El Kuchihashi que conozco no recurrirá a la violencia. Tomemos un breve descanso.”

Mitsuyo: “... si tú lo dices, entonces está bien.”



Mitsuyo vio a Shin relajar su postura y suspiró; ella se había puesto tensa por nada.



Schnee: “Déjame hacer un poco de té, para que no tengamos demasiado frío.”



Schnee procedió a tomar una tetera y tazas de té de la caja de objetos.

Suzune se sorprendió al ver eso, pero Schnee no le prestó atención y pasó a crear un horno con magia de tierra, luego encendió un fuego para hervir el agua.

Shin sacó una mesa y sillas y todo el grupo se sentó cómodamente. Solo Tiera estaba un poco tensa.



Suzune: “Qué pasa con ustedes…”



Suzune parecía completamente perpleja ante la indiferencia del grupo, a pesar de que las armas aún apuntaban hacia ellos.



Shin: “Dije que no tenemos intención de pelear, ¿no? ¿Ustedes también quieren una taza? Apuesto a que también tienen frio.”

Suzune: “¡Disparates! ¡¿Quién aceptará tal oferta?!



La réplica de Suzune fue casi un rugido; ella probablemente pensó que se estaban burlando de ella.



Después de unos 30 minutos de espera, la chica llamada Ayame regresó.



Suzune: “… ¿De Verdad? Entendido. Gracias.”



Ayame relató su informe sin dejar que Shin y los demás escucharan. Suzune le agradeció y la dejó volver a su puesto.



Suzune: “Lady Kuchinashi los verá. Vengan conmigo.”



Su insatisfacción era claramente visible en su rostro, Suzune le dio la espalda al grupo de Shin y se fue corriendo.



Shin: “Parece que ella será nuestra guía, vamos.”

Schnee: “¿Esto significa que la señora Kuchinashi ‘cruzó’ a este lado también?”

Shin: “A juzgar por su reacción, parece que lo hizo. Kuchinashi es una Elfo Superior como tú, Schnee, así que incluso si ella llegó aquí hace 100 años, no sería extraño para ella seguir viva.”



Shin y los demás hablaban entre ellos mientras seguían a Suzune. Estaba claramente acostumbrada a viajar por el bosque, ya que eligió el camino más fácil para continuar.

Cuando salieron del bosque, el paisaje cambió por completo.



Tiera: “Que es esto…?”

Shin: “Parece que la casa del gremio no ha cambiado.”



Shin reaccionó claramente a la total sorpresa de Tiera ante la vista frente a ellos ...



Lo que sorprendió tanto a Tiera fue que, señalado por un Torii, parecía haber una pared invisible, más allá de la cual el paisaje cambiaba por completo.



No había un solo rastro de nieve en el área más allá del Torii, que en cambio mostraba un paisaje idílico de primavera.



Se podían ver instalaciones de producción como campos y arrozales, luego edificios que recuerdan a herrerías también. Gracias a que se encuentra a una altitud ligeramente superior, Shin y el grupo pudieron ver el edificio principal y la sala de oración de un santuario a lo lejos.



Shin: “Mitsuyo, ¿cuál es la dirección donde esta Kunitsuna?”

Mitsuyo: “Todo derecho por este camino. Más allá del gran edificio de allí.”



Respondió Mitsuyo mientras señalaba hacia el santuario. Shin pensó al principio que la presencia de la casa del gremio en la dirección en que se dirigían podría haber sido una coincidencia, pero ahora cambió de opinión.



Por lo menos, Suzune debe haber sabido algo.



Shibaid: “Veo que la entrada sigue siendo el Torii.”

Filma: “También están vestidos igual que antes.”



Shibaid y Filma comentaron casualmente después de ver la casa del gremio. Todos los personajes de apoyo de Shin, incluido Schnee, conocían la casa del gremio [Black Priestess Shrine] de la época del juego.



Yuzuha: “Kuu, santuario, agradable.”



Yuzuha, cuyo territorio una vez hospedó un santuario, parecía feliz al verlo.



Mientras el grupo seguía a Suzune a través de la puerta, el frío punzante al instante se volvió más suave. El equipamiento usado por Shin y su grupo era excesivo ahora, por lo que todos se quitaron sus pesados ​​abrigos y otros equipos, regresando a sus atuendos más ligeros.



Suzune: “Lady Kuchinashi los espera aquí. Asegúrense de mostrar el debido respeto.”



Suzune los había llevado a la sala de oración del santuario tal y como Shin pensó que lo haría.



Sin embargo, solo su aspecto externo era el de una sala de oración: el interior era completamente diferente. Siendo un gremio, contenía varias instalaciones tales como almacenes, y por supuesto trampas para obstaculizar monstruos y ataques enemigos.



Incluso bajo muchos pares de ojos vigilantes, Shin no perdió esta oportunidad de mapear el interior del edificio.



Después de girar por varias esquinas, siguiendo un curso similar a un laberinto, llegaron a la habitación más alejada de la entrada, el cuartel del maestro de gremio.



Suzune habló con la sacerdotisa a cargo de la seguridad, y después de unos segundos de silencio se abrió la puerta.



La habitación, decorada con adornos y objetos de estilo japonés, se sumergió en silencio. Los pasos y el crujido de la ropa de Shin y su grupo hacían hacía eco más fuerte de lo normal.



El dueño de la habitación estaba sentado en una pequeña mesa, aparentemente entablando una batalla contra el papeleo.



Kuchinashi: “Bienvenido. Pensé que era alguien pretendiendo ser tú al principio, pero veo que tenemos al verdadero Shin aquí. Me alegra ver que tus personajes de apoyo también están bien. Sin embargo, no estoy familiarizado con dos de ellos.”



Así habló la mujer mientras terminaba el papeleo: Kuchinashi, exjugador y el maestro del gremio [Black Priestess Shrine].



Su cabello rojo hasta la cintura se agitó suavemente cuando se levantó. Los ojos negros como la noche, que se asemejaban a las piedras preciosas de obsidiana, miraban directamente a Shin desde atrás de las gafas de marco bajo.



Mirándola, Shin pensó que, si bien originalmente era de piel clara, su tez era algo enfermiza.



--- Kuchinashi Nivel 255 Sacerdotisa de Purificación



La información mostrada por [Analyze] era exactamente como Shin lo recordaba.



Shin: “Ha pasado un largo tiempo. No creía que podría volver a verte. ¿Perdiste algo de peso?”

Kuchinashi: “Creo que aquí es donde deberías decir ‘¿No eres más bella que antes?’”



Kuchinashi levantó sus cejas y reprendió a Shin. Su expresión mostraba que no esperaba que Shin lo notara.



Shin: “De todos modos, sé que es extraño para mí decir esto, pero ¿estuvo bien dejarnos entrar? Creo que conoces bastante bien como era cuando estaba en un estado bastante peligroso...”

Kuchinashi: “Eso es correcto... al menos con respecto a la última vez que te vi. Pero sabía que, en lo profundo de ti, no había odio.”



El juicio de Kuchinashi fue causado por ella al ver a Shin antes y después del cambio.



Kuchinashi: “Incluso si fueras un impostor, si quisieras hacerme daño dentro de la casa del gremio, necesitarías por lo menos estar a la par con Schnee, en lo que respecta a destreza en la lucha. En el mundo actual, es bastante imposible que varias personas de ese nivel estén en el mismo grupo. Se harían famosos en un instante también. Y bueno, mi intuición femenina también me lo dijo.”



Levantando su dedo índice en un gesto mientras hablaba, Kuchinashi se rio entre dientes.



Las habilidades de los maestros de gremio aumentaban dentro de sus casas de gremio. Kuchinashi se había dado cuenta de que este Shin no era un impostor gracias al nombre y el nivel mostrado por su reforzado [Analyze].



Enfrentar a un maestro de gremio completamente preparado dentro de la casa de su gremio sería muy difícil sin una gran diferencia en las estadísticas.



Kuchinashi: “Entonces, ¿escuché que estás buscando una Katana?”



Shin conocía a Kuchinashi y qué tipo de persona era, así que explicó brevemente que se suponía que una de las Cinco Espadas Supremas estaba en el área.



Kuchinashi: “Ya veo... cuando vi el nombre de la chica de la coleta tuve un presentimiento, pero en este caso, te diré lo que sé. En resumen, sabemos dónde está. Pero hace algún tiempo cometimos una serie de errores y ... ahora estábamos indecisos acerca de qué hacer. Ahora que estás aquí, sin embargo, deberíamos ser capaces de resolver esto.”

Shin: “Déjanoslo a nosotros. Por cierto, la chica que nos guio aquí también parecía saber de Onimaru.”



Suzune había mencionado el nombre de Onimaru, mostrando una gran hostilidad hacia Shin. Tal vez ella estaba conectada con el asunto de alguna manera.



Kuchinashi: “Suzune, cierto. Bien, también voy a explicar sobre ella, ¿así que serias tan amable de quedarte a escuchar?”



Kuchinashi hizo un gesto a Shin y a los otros para que se sentaran y ordenó a la sacerdotisa que fuera a traer algo para beber.

Después de que la sacerdotisa trajo té con dulces y se fue, Kuchinashi comenzó a hablar.



Kuchinashi: “Primero, confirmamos la presencia de [Onimaru Kunitsuna], una de las Cinco Espadas Supremas, hace alrededor de 5 años. Fue en las profundidades de [Cadaver Realm], una mazmorra que apareció cerca de nuestra casa de gremio. Es una mazmorra con límite de participantes, solo 4 personas pueden ingresar al mismo tiempo.”



En la era del juego también, existían mazmorras que solo podían explorarse obedeciendo condiciones específicas (límites en los miembros del grupo, armas, etc.). La mazmorra donde se encontraba Onimaru parecía ser de este tipo.



Kuchinashi continuó diciendo que cuando los miembros de [Black Priestess Shrine] exploraron la mazmorra, no sabían de la presencia de Onimaru.



Kuchinashi: “Shin, ¿conoces la palabra ‘Elegido’?”

Shin: “Sí, se refiere a quien tiene un bono de resurrección, ¿no? Sin embargo, las estadísticas cambian de persona a persona.”

Kuchinashi: “Exactamente. Los miembros que exploraron la mazmorra esa vez fueron todos Elegidos. La sacerdotisa de guerra Kotone, especialmente, tenía STR y DEX por encima de 700. Se suponía que era un grupo de considerable poder de combate, y aun así...”



A pesar de esto, solo un miembro regresó con vida.



Según el sobreviviente, aunque sufrieron bajas, lograron derrotar al jefe que empuñaba a Onimaru, pero el cadáver del jefe lanzó una sustancia negra como la niebla, que se tragó a Onimaru y Kotone.



Kuchinashi: “Después de eso, elegí a otros miembros y les pedí que inspeccionaran la habitación del jefe nuevamente; informaron haber visto a Kotone, sosteniendo a Onimaru en su mano, parada en el medio de la habitación. Parece que se ha hecho parte de la mazmorra y ahora actúa como su jefe. Cuando intentaron hablar con ella, fueron atacados.”



Kuchinashi había ordenado a los miembros del equipo de exploración que regresaran tan pronto como sucediera algo, por lo que se retiraron de inmediato.



Derrotarla probablemente la haría recuperar la cordura, pero debido a la combinación de las habilidades de Kotone y las estadísticas de Onimaru, nadie podría superarla.



Kuchinashi podría considerarse un jugador avanzado, pero debido a la gran diferencia en el equipamiento, no tenía la confianza suficiente para enfrentar el desafío.



Además, también existía la posibilidad de que lo que le sucedió a Kotone pudiera afectar también a Kuchinashi, por lo que muchos estaban en contra de la idea de que el maestro del gremio enfrentara a Kotone en persona.



Kuchinashi: “Algunos miembros me dijeron que les gustaría intentar enfrentarla, pero solo 3 de ellos podrían ser adecuados, en cuanto a capacidad. Suzune, la chica que los guio hasta aquí, es la más capaz de las tres. Suzune es también la hermana menor de Kotone, así que se entrenó desesperadamente para perfeccionar sus habilidades, con el fin de salvarla...”

Shin: “Ya veo. Cuando estábamos rodeados, ella era la única que mostraba una especie de reacción excesiva... así que esa era la razón.”



Liberar a Onimaru significaba derrotar a Kotone. El grupo de Shin, ignorante de sus circunstancias, podría haber eliminado a Kotone pensando que ella era solo un monstruo.

Shin pensó que la preocupación de Suzune sobre este riesgo se había expresado a través de su reacción.



Kuchinashi: “Esta es toda la información que puedo decirte. Y entonces, hay algo que me gustaría pedirte que hagas, Shin...”

Shin: “Recuperar a Onimaru y salvar a Kotone, ¿supongo?”

Kuchinashi: “Sí, exactamente, pero también me gustaría que llevaras a Suzune contigo. Ella es una de los Elegidos con las habilidades más altas aquí y también puede usar [Dispel Omen], así que estoy segura de que puede demostrar su utilidad para el rescate.”



Siendo un Onmyoji, podría probar ser útil de varias maneras, comandando a los espíritus tanto para localizar enemigos como en la batalla. Kuchinashi le aseguró a Shin que, al menos contra los monstruos en la mazmorra, ella no sería una carga.



Shin: “Si es posible, me gustaría que los 4 miembros pertenezcan a mi grupo.”



Shin, obviamente, luego la mujer todo terreno Schnee, Mitsuyo de las Cinco Espadas Supremas, luego Tiera, quien logró purificar a Yasutsuna. Estos habrían sido los mejores miembros.



Kuchinashi: “Pensé que la Espada Suprema contaba como un arma.”

Shin: “…Me pregunto. No sé cómo funciona eso tampoco. Si Mitsuyo no se cuenta como uno de los 4, podemos llevar a Suzune con nosotros. Después de todo, alguien bajo control del miasma podría despertarse si un miembro de su familia lo llama. Al pensar en nuestra situación actual, no creo que se pueda pasar por alto cosas como esa.”



Shin estaba experimentando un mundo real creado exactamente como un videojuego después de todo.

Nadie puede decir qué podría suceder o no. Por lo tanto, un milagro como ese era muy posible.



Kuchinashi: “Vamos a verificar si Suzune puede venir contigo o no primero entonces. Si es posible, podemos discutir cómo trabajar juntos más tarde.”



Kuchinashi llamó a alguien fuera de la habitación y les ordenó que llevaran al grupo de Shin a la mazmorra.



La sacerdotisa a cargo de guiarlos, Ayame, salió de los terrenos de la casa del gremio a través de un Torii ubicado frente a la que uso el grupo de Shin para entrar.



Tomar un largo tiempo para confirmarlo no tenía sentido, así que comenzaron a correr y llegaron a la mazmorra en unos 15 minutos.



En medio del bosque yacía un fuerte derruido. Posiblemente para contener los efectos del miasma, los árboles que rodeaban el fuerte estaban atados con sogas votivas y encantamientos bendecidos estaban atados a sus troncos.



Ayame: “Si ingresas al fuerte y continúas recto, encontrarás la entrada al calabozo.”



Ayame informó al grupo en detalle sobre su destino y se dirigieron hacia la entrada.



Para comprobar cómo se clasificaría a Mitsuyo, Shin, Schnee, Tiera, Shibaid y Mitsuyo intentaron entrar en la mazmorra juntos.



Shin: “.... No parece que haya ningún problema, ¿verdad?”

Shibaid: “De hecho, parece que la dama Mitsuyo no cuenta como persona.”



Shibaid miró alrededor y respondió la pregunta de Shin.

Eran 5, Mitsuyo incluida. Sin embargo, la mazmorra los identificó como 4 personas y 1 arma.



Shin: “Entonces esto significa que podemos llevar a Suzune con nosotros también. Bien, veamos qué pasa después.”



Shin murmuró para sí mismo mientras rastreaban sus pasos para salir de la mazmorra.



La entrada al [Cadaver Realm] permaneció completamente abierta, como invitando a Shin y a su grupo al interior.



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Notas

Katana: Espada estilo japonés