Capítulo 10: The New Gate Capítulo 29 (parte 2).
Fecha de Publicación: 2017-09-25 18:23:10
Fecha de Actualización: 2017-09-25 18:23:10
Publicado por: Perdiz
Hola queridos lectores, disculpen la demora, era para que tenga listo el capítulo el día domingo, pero tuve que salir de la ciudad por un curso de la universidad y cuando volví estaba súper cansado. En fin, en este capítulo hay un poco de todo, lucha, herrería, celos, etc.
Y en este cap por fin dan a conocer que las armas a parte de tener grado (Rare, Unique, Legend, Mythology y Ancient) también tienen sub-tipos (Lower, Middle y Higher), por lo que a partir de este cap. pondré primero el sub-tipo y luego el grado. Ej: Lower Ancient, Higher Legend, etc.
También en este volumen usan mucho Sir, Lady, Lord, etc; por lo que dependiendo del contexto lo dejare sin traducir u.u, salvo si se refieren a Shin, creo que el preferiría que le digan Señor a Sir XD.... Sin más demora, lean el capítulo n.n
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Como no tenían nada urgente que hacer, Shin y Karin siguieron a Kankurou al dojo de la casa Toudou.
Era un recinto separado, utilizado sólo por Kankurou, Toshiro y algunos otros.
De la misma manera que la casa Saegusa, los dojos se separan entre aquellos para la enseñanza y los de uso personal.
Kankurou: “Algunos desean centrarse en el entrenamiento personal sin ser molestados por su entorno. Este dojo también se utiliza a veces para duelos como este.”
Shin: “... supongo que no quieren ser vistos.”
Kankurou: “Bueno, sí, eso sería mejor.”
Shin y Toshiro, ambos blandían espadas de madera.
Como Kankurou le había dicho a Shin en su camino hacia el dojo, Toshiro estaba cerca en nivel de los Diez Valientes de Hinomoto. El aura que Shin sintió emanar de Toshiro le convenció de que tenía que ser la verdad.
Mientras hablaban, Shin no pudo evitar considera a Toshiro como una persona de su agrado, pero ahora el hombre que tenía delante no era más que un espadachín orgulloso.
Toshiro: “Allá voy.”
Con esta breve declaración, Toshiro dio un paso adelante. Sin movimientos preventivos, se acercó a Shin como si se deslizara por el suelo.
El brazo con la espada de Toshiro podría haber parecido moverse tranquilamente, pero un instante después ya estaba penetrando el espacio de Shin.
Shin: “¡¡Shah!!”
Shin balanceó su espada en respuesta al ataque de Toshiro. El choque de las dos espadas de madera produjo un sonido pesado que resonó a través del dojo.
Kankurou: “Hmm...”
Mirando a los dos luchadores, Kankurou estaba profundamente hundido en sus pensamientos, apoyando su barbilla en su mano. Sentía que los movimientos de Shin se habían vuelto mucho más agudos en comparación a cuando pelearon unos días antes.
Kankurou: “(... ¿él realmente ha cambiado tanto?)”
Aún más que Kankurou, Shin se sorprendió de sus propios movimientos.
Las enseñanzas de Karin resultaron en Shin eliminando los movimientos innecesarios de sus movimientos.
No hicieron ningún entrenamiento para la lucha, ella solo lo observo balanceando su espada y recreando habilidades con sus movimientos corporales.
Toshiro: “Veo que has tenido crecimiento endemoniadamente grande.”
Shin: “Estoy sorprendido.”
Shin estaba tan sorprendido por los resultados que contestó exactamente lo que estaba pensando.
El primero golpe de Toshiro estaba destinado a ser una prueba; el segundo y tercer golpe que siguieron fueron mucho más pesados y rápidos.
Podrían haber sido inferiores a los de Kankurou, pero la mayoría de los Elegidos tendrían problemas para rechazarlos.
Shin, sin embargo, los desvió con facilidad.
También fue gracias al aumento de velocidad otorgado por sus altas estadísticas, pero más que nada, su cuerpo se sentía muy ligero.
No había cambiado el [Limit] de su estado, pero sintió que la distancia que unía cada uno de sus ataques se había encogido. La velocidad de sus movimientos había aumentado. El peso de cada ataque había cambiado también.
Shin: “Pensar que todo puede cambiar tanto.”
Podía haber sentido el cambio más claramente gracias a sus altas estadísticas.
Aun así, los claros resultados mostraban eso, tenía que admitirlo, sus anteriores movimientos estaban plagados de movimientos innecesarios.
El sonido del impacto entre las espadas de madera de los dos hombres se hizo cada vez más fuerte y la pausa entre los choques más cortos.
Shin: “(Corte hacia abajo desde la derecha, inmediatamente después corte hacia arriba desde la izquierda... no, parada a medio camino y ¡empuje hacia adelante!)”
Shin esquivó, paró y bloqueó la hoja de madera que lo atacaba.
Las dos cuchillas chocaron de nuevo, esta vez cerradas, moliendo una contra la otra.
Toshiro: “¡¡Fuuh!!”
Toshiro trató de empujar hacia adelante presionando su peso en la espada, pero, después de un breve momento, de repente se retiró.
Sus rápidos movimientos dieron la ilusión de que el suelo bajo Toshiro se había deslizado. La distancia que había retrocedido era la distancia exacta que necesitaba para que la punta de su espada alcanzara a Shin.
La hoja formó un arco en el aire y se volvió hacia el lado izquierdo de Shin.
Shin: “¡No tan rápido!”
Shin no esquivó o desvió, sino que se acercó a Toshiro antes de que su golpe pudiera aterrizar. Se lanzó hacia adelante, con la intención de apartar a Toshiro.
Toshiro: “¡¡Guh!!”
Toshiro probablemente juzgó que no podía hacerlo a tiempo; él retiró su espada al mismo tiempo que la embestida de Shin.
Shin aceleró su carga contra el balanceo mientras Toshiro se retiraba. Naturalmente, el primero ganó.
Toshiro evitó el destino de perder el equilibrio y caer, pero debido a eso no pudo defenderse del siguiente ataque de Shin.
Toshiro trató de retorcer su cuerpo para evitar que la espada de madera de Shin apuntase a su cuello.
Shin, listo para interceptar tal lucha, bajó su espada sobre el cuello de Toshiro y luego se detuvo justo cuando la hoja lo tocaba.
Toshiro: “.... ¿qué?”
Toshiro recuperó el equilibrio y preguntó a Shin.
Shin respondió miraba no a Toshiro, sino a la entrada del dojo.
Shin: “Alguien viene. Dos personas.”
Kankurou: “Hm, parece que sí.”
Kankurou también lo había percibido y asintió a las palabras de Shin. Karin también sintió la nueva presencia y se volvió para mirar en la misma dirección que Shin.
Al cabo de un rato, dos hombres aparecieron en la entrada del dojo.
Hombre 1: “¿Acaso interrumpimos algo?”
Toshiro: “¡Hermano! ¡¿Por qué estás aquí?!”
Toshiro gritó a uno de los dos hombres, que parecían disculparse.
Según [Analyze], su nombre era Yaejima Shiden, un joven a finales de sus veintitantos años.
Tenía el cabello negro mezclado con blanco, ojos rojos y tenía alrededor de la misma altura que Shin, unos 180 cemels. En contraste con su suave habla y expresiones suaves, sus brazos y piernas eran muy gruesos; a Shin le parecían como de acero.
Su trabajo era samurái y su nivel, bastante alto, 238.
Shiden: “Pensé que estarías aquí Toshiro. Tengo permiso del señor Tadahisa para moverme dentro del recinto del castillo. Lord Kankurou, me alegro de verte también. Lady Karin, veo que ha vuelto de la búsqueda de la medicina de Lady Haruna.”
Kankurou: “Me alegro de verte con buena salud, Señor Shiden.”
Karin: “Ha sido un largo tiempo.”
Kankurou y Karin respondieron cada uno a los saludos del hombre. Obviamente, los tres se conocían.
Kankurou: “Señor Kanezuka, confío en que usted también esté bien.”
Kanezuka: “Hmm.”
Después de saludar a Shiden, Kankurou habló con Kanezuka Araki.
Era un hombre en la parte final de sus treinta o principios de sus cuarenta. Parecía tener una estatura bastante baja, tal vez porque estaba de pie junto a Shiden.
Su trabajo era herrero, como se manifiesta por sus músculos muy desarrollados en sus brazos. Su nivel era de 166. Su cabello gris era corto, sus ojos negros estaban fijos en [Black Moon] de Kankurou.
Shiden: “Este hombre es el señor Shin, ¿verdad?”
Shin: “Ese soy yo, pero ¿por qué sabes mi nombre?”
Shiden miró a Shin y preguntó por su identidad. Su expresión era muy seria mientras lo hacía.
Shiden: “Me han informado que usted ha ayudado en la búsqueda de las hierbas medicinales para curar la enfermedad de Lady Haruna. Oh, todavía tengo que presentarme. Yo soy el primogénito de la casa Yaejima, Yaejima Shiden.”
Shin: “Er, como ya sabes, mi nombre es Shin.”
Al parecer, era consciente del estatus de Shin como invitado y había sido informado de cómo era Shin.
Kankurou: “¿Qué te trae aquí hoy? Como el señor Shiden vino en persona, puedo imaginar lo que podría ser.”
Shiden: “Creo que muchos son conscientes de los susurros de que hay movimientos sospechosos en el oeste. Quisiera decir que todos son rumores sin fundamento... pero recibí un informe de que la casa Ichinose, uno de nuestros vasallos, está haciendo movimientos sospechosos. Vine a informar a Tadahisa que nuestra casa Yaejima, junto con otras 3 casas, están investigando este asunto en este momento.”
Después de que Shiden terminara de hablar, Toshiro interrumpió.
Toshiro: “¡¿La casa Ichinose?!”
Kankurou: “Sí, esa casa siempre ha buscado la unificación de Hinomoto. ¿Pero se moverían solos, me pregunto?”
Kankurou, después de reflexionar un momento, expresó sus dudas.
Shiden: “Nuestra investigación todavía está en marcha, no puedo decir nada todavía. Sin embargo-”
Shin: “¡Ehm, disculpen!”
Shiden y Kankurou seguían discutiendo el asunto, ignorando al sorprendido Toshiro, cuando Shin los interrumpió.
Shiden: “¿Hay algún problema?”
Shin: “Señores, por favor, saben que no pueden hablar de asuntos tan delicados con un forastero como yo cerca.”
Kankurou miró a Shin como si tuviera un signo de interrogación sobre su cabeza, sin la menor preocupación por su expresión.
Shiden: “He oído decir al Señor Tadahisa y a Lady Haruna que eres un hombre digno de confianza, señor Shin. No tienes intención de hablar de esto con nadie, ¿verdad?”
Shin: “Eso es cierto, pero...”
Shin consideró esta excesiva confianza con sospecha.
Shiden: “Sir Kankurou dice que usted es alguien en quien se puede confiar. No tengo razones para dudar de ti. Por otra parte, el señor Shin es alguien que incluso Sir Kankurou dijo que no puede vencer... Yo no querría que tal persona pensara en nosotros como enemigos. Conozco muy bien la fuerza de Sir Kankurou después de todo.”
Tanto las familias orientales como las occidentales confiaban en la palabra de Kankurou. La razón de esta confianza vino de la propia experiencia de Shiden. Nadie querría convertir a un guerrero poderoso en un enemigo sin razón después de todo.
Shiden: “Veo que también has cruzado espadas con Toshiro. ¿Cómo va mi hermano?”
Shin: “Era muy fuerte, creo. Me pregunto si es prudente confiar tan fácilmente.”
Shiden: “He oído el sonido de sus espadas chocando. Tu espada se balancea de manera recta y justa. Las palabras de sir Kankurou y el sonido de ese enfrentamiento de espada, como un mismo samurái, no puedo desconfiar de ti.”
Shin: “............”
Shin estaba algo perdido por sus palabras.
Había oído que los maestros podían comunicarse sin palabras, a través de sus puños o de sus hojas.
Durante su batalla con Girard, Shin había entendido sus sentimientos. Pero en ese momento, su estado mental estaba en una especie de condición extrema y logró hacerlo porque conocía muy bien a su oponente.
Entender a alguien que nunca había conocido antes, sólo a través del sonido de los enfrentamientos de espada era algo totalmente imposible para Shin.
Araki: “Ser de confianza, ¿no es suficiente?”
Shin: “Bueno, es mejor que sospechen de mí.”
Araki habló con el mudo Shin. Su expresión le dijo “dejara de preocuparte de las cosas pequeñas”.
Araki: “A propósito, no me he presentado todavía. Soy Kanezuka Araki, un herrero. Hoy vine aquí para admirar a [Black Moon] de Sir Kankurou.”
Kankurou: “Sí, aquí tienes.”
Kankurou asintió, tomó a [Black Moon] de su cintura y se la dio a Araki.
Araki se sentó en una esquina del dojo y, usando un paño para asegurarse de no tocarla directamente, miró fijamente la hoja de [Black Moon].
La limitación del usuario se había eliminado aparentemente.
Shin: “¿Qué está haciendo?”
Kankurou: “Estoy colaborando con Sir Kanezuka para forjar una hoja divina como [Black Moon]. Supongo que has oído que estoy buscando a alguien para heredar a [Black Moon], ¿verdad?”
Shin: “Sólo de pasada. Sé que Lady Karina, mi anfitriona, también es candidata.”
Kankurou: “En la actualidad, [Black Moon] es la única Katana que lleva el apodo de ‘hoja divina’. No sé quién la heredará, pero ha habido disputas... si será mantenida por las fuerzas orientales u occidentales. Por supuesto, será el lado al que pertenece el heredero, pero muchos temen que podría inclinar el equilibrio entre las dos fuerzas.”
Podría ser sólo una espada, pero no debía subestimarse.
Los bonos dados por la Katana al propietario eran altos, pero los ataques de largo alcance que podía desencadenar, junto con altas estadísticas, podrían fácilmente superar las habilidades promedio en poder.
Kankurou: “Así que pensé que tener otra hoja divina podría ser una solución, pero aparentemente incluso para Sir Kanezuka, el mejor herrero de Hinomoto, forjar una Katana de grado Antiguo no es una tarea fácil.”
Él observó a [Black Moon] para encontrar pistas, documentos investigados y tradiciones orales y continuó forjando, a través de un proceso de ensayo y error.
Shin: “¿Sabes cuáles son los materiales? Es muy difícil obtenerlos.”
Kankurou: “Tenemos algunos de los materiales dejados por Lord Jinkurou. No sabemos, sin embargo, cómo deben de ser utilizados más de la mitad de ellos. Después de todo, soy un completo novato en la profesión de herrero.”
Shin le susurró a Kankurou, a quien él pensó que estaría bien informado en el arte de forjar. Shin pensó que habría sido una hazaña muy difícil, si no imposible; como era de esperar, el éxito parecía muy lejano.
Kankurou: “Personalmente, esperaba que pudiéramos recibir algunas palabras de consejo...”
Kankurou, que sabía de la verdadera identidad de Shin, esperaba que Shin, un herrero, pudiera ofrecer algún consejo.
Mirando los ojos inyectados de sangre de Araki, Shin ya había entendido que estaba cerca de un callejón sin salida.
Shin: “Si dijera algo de la nada, ¿me creerían? Parece un tipo de artesano duro, dudo que le preste atención a un joven como yo.”
Kankurou: “Los de nivel social relativamente alto ya saben que usted es un Antepasado Retornado, lo que el gremio de aventureros llama “Elegido”. Debido a esto, creo que él te escuchará, al menos un poco. Incluso la más mínima sugerencia sería suficiente.”
Kankurou no estaba ordenando a Shin que mostrara todas sus habilidades y conocimientos como herrero.
Sería demasiado fácil si fuera posible forjar un arma de grado Antiguo sólo después de escuchar algún consejo.
Mirando a Araki, tratando desesperadamente de sacar la más pequeña información de [Black Moon], Shin sintió solidaridad como herrero. Así que decidió darle alguna ayuda.
Shin: “Podría ser capaz de decir algo si lo veo forjar. Las técnicas de herrería varían mucho de una escuela a otra y los métodos que conozco están influenciados por la capacidad de cada persona. Al menos sería capaz de entender si hay técnicas que podrían utilizarse en este caso.”
Kankurou: “Hagamos eso entonces.”
Kankurou se acercó a Araki y explicó la situación. Araki miró a Shin primero con sorpresa, luego con una mirada tan aguda que Shin sintió como si pudiera ser atacado en cualquier momento. Después de mirar a Shin por varios momentos, Araki asintió.
Toshiro: “…. ¿está bien informado sobre la herrería?”
Toshiro, que había sido excluido por los acontecimientos recientes, le preguntó a Shin.
Shin: “No creo que pueda hacer algo especial, pero podría ser de alguna ayuda.”
Las técnicas de Shin eran instintivas, nacidas de su experiencia durante la era del juego. Era difícil para él explicar los procesos de elaboración con palabras, así que decidió pensar después de mirar primero la forja de Araki.
Shin era capaz de forjar armas fuertes no sólo por su técnica, sino también por sus poderes mágicos, por lo que no estaba absolutamente seguro de que pudiera ser de ayuda.
Toshiro: “Nuestro duelo termina aquí entonces.”
Shin: “¿Está bien contigo?”
Toshiro: “No me importa lo que dijo ese hombre sobre el equilibrio o lo que sea. Pero Sir Kanezuka está apostando su propia vida por la orden que recibió. Retenerte aquí significaría estar en su camino. ¿Quién podría hacer algo tan tosco?”
Shin: “.... ya veo.”
Era más razonable de lo esperado. A pesar de su frustración, logró mantener sus sentimientos bajo control.
La opinión de Shin sobre Toshiro cambió una vez más.
Toshiro: “¿Qué vas a hacer ahora hermano?”
Shiden: “Volver a la casa Yaejima, por supuesto. He entregado el mensaje de padre a Sir Tadahisa y también pude observar tu crecimiento. Puedo decir que mis objetivos se cumplieron.”
Shiden, diciendo que sus deberes habían terminado, fue hacia la ciudad del castillo con los soldados de Kujou esperando afuera del dojo.
El grupo de 5 de Shin se trasladó a la herrería.
Kanezuka Araki era el principal herrero de la escuela Kanezuka; usarían su instalación personal esta vez. Estaba equipada con el horno y herramientas de la más alta calidad.
Llegaron a una herrería equipada con un solo horno. No era muy ancha y aparentemente había sido construida con el único propósito de forjar la Katana divina.
Araki les dijo a sus discípulos que no se acercaran y le hizo señas a Shin para que entrara.
A los otros 3 se les dijo que esperaran afuera. La herrería es un territorio con el único propósito de pasar las técnicas de herrería. Cuando forjaban armas, sólo el herrero y los del mismo campo se les permitían entrar.
Araki: “Forjaré tratando de crear la Katana divina. Cuando termine, dime lo que piensas.”
Después de decir sólo eso, Araki comenzó a balancear su martillo.
Shin lo miraba en silencio y se dio cuenta de que Araki no usaba poder mágico cuando balanceaba su martillo.
Como él había esperado, el poder mágico contenido en la Katana venia solamente de los materiales y de la pequeña cantidad presente en la atmósfera circundante, al momento que el martillo golpea los materiales.
La velocidad a la cual la masa de hierro cambió de forma también fue mucho más lenta que la de Shin. Araki parecía estar usando habilidades, pero no estaban en el nivel de Shin, que podía hacer que los lingotes cambiaran su forma a voluntad.
Mirando la forma en que el hombre trabajó, Shin estimó que el nivel de artesano de Araki era alrededor de VII. Si pudiera usar las mismas técnicas que Shin, fácilmente podría crear armas de grado mitológico.
Sin embargo, Shin había oído que la obra maestra de Araki era un arma de grado Legendario. La razón era la forma en que se forjó. Si uno se concentra sólo en la habilidad de golpear el hierro, las estadísticas del arma producida sólo pueden ir a ese nivel.
Shin no sabía si el arma de grado Legendario que Araki había forjado era Superior o Inferior, pero forjar esa espada sin usar magia, como Araki lo hizo, habría sido imposible, al menos en la era del juego.
Shin: “(O es un genio, o es un producto de su enfoque de toda la vida en la herrería y las técnicas... posiblemente ambos.)”
Algunos usan la expresión “respirar vida en un trabajo”, pero en el caso de Araki, decir “verter su propia sangre en un trabajo” habría sido más exacto.
La energía y el aura que infundió en cada oscilación del martillo eran tan poderosas, se podría pensar que estaba afeitando su propia vida para hacerlo. “Trabajar como si estuviera poseído”, una expresión que le cabía perfectamente.
Después de que todo el proceso terminara, lo que quedaba era sólo pulir la hoja.
Este trabajo se dejó a un pulidor experto.
Después de que el pulido fue terminado, una Katana con una hermosa hoja nació.
Su aspecto era promedio, pero su grado era Único de nivel Medio. Para Shin, poder forjar tal hoja de materiales imperfectos le hizo entender cómo Araki forjó un arma de grado Legendario.
Araki: “... fallé.”
Araki habló con una expresión agria.
Él estaba apuntando a forjar una hoja a la par con la Katana [Black Moon] de grado Antiguo Inferior. Teniendo en cuenta esto, no sólo no había alcanzado el pico, sino que ni siquiera se acercó al pie de la montaña. La expresión de Araki permaneció agria no sólo por la calidad de la Katana (NT: En este párrafo creo que el traductor ingles se confundió, pues puso que Black Moon era de grado Legend, cuando arriba dicen que es Ancient, por lo que lo puse como Ancient.)
Araki: “¿Qué piensas entonces?”
Shin: “Algunas cosas me preocupaban. Me gustaría hacerle algunas preguntas primero, si es posible.”
Araki: “Mientras no me pida que le enseñe mis técnicas secretas, responder a lo que quieras.”
Shin: “Entonces lo haré. Primero, ¿por qué no viertes magia en la Katana?”
Araki: “¿Qué?”
Los ojos de Araki se convirtieron en rendijas después de escuchar la pregunta de Shin.
Shin: “Si un herrero vierte poder mágico en la Katana, su robustez y agudeza aumentan. Por lo que sé, no hay otra manera de forjar una Katana de grado Legendario o superior.”
Araki: “No basta con afilar la habilidad de golpear el metal, ¿dices?”
Shin: “Sí. Tampoco es suficiente simplemente verter poder mágico. Es difícil de poner en palabras, pero primero hay que verter la magia en el martillo, luego verter en la Katana mientras el martillo la golpea. Esa es una manera muy general de explicar el proceso. Para ser honesto, ser capaz de forjar una Katana de grado Legendario en esta situación lo hace a usted, Sir Kanezuka, realmente excepcional.”
Sin un cierto nivel de habilidades de herrería, por supuesto, uno no podría forjar buenas armas, no importa cómo vertiera su magia.
Pero si se consideraba sólo la capacidad de manipular el poder mágico, las Hadas y los Elfos habrían sido más aptos para la herrería.
Araki: “.... eso es probablemente una técnica que se perdió antes de ser transmitida. He oído que cuando Hinomoto todavía estaba envuelto en las llamas de la guerra, había muchos más expertos herreros que hoy. También había armas de mucha mayor calidad que las actuales.”
Muchas técnicas se habían perdido durante la guerra al parecer.
Las técnicas de herrería nunca dejaron sus respectivas escuelas después de todo. Si toda una escuela desaparecía durante la guerra, sus técnicas refinadas a través de las generaciones se desvanecerían a su lado.
Araki: “Nunca habría pensado en oír hablar de una de las técnicas secretas perdidas... Juro por el honor del Kanezuka que no hablaré de esto con nadie.”
Shin: “Señor, no tengo ninguna intención de ocultar las técnicas; mientras no digas que lo has oído de mí, es suficiente. Es una técnica que existía en el pasado, por lo que alguien, en algún lugar, podría revivirla en cualquier momento, o, mejor dicho, podría seguir vida en alguna parte.”
No sería extraño que alguien como Kankurou, que antes servía a un Jugador, pudiera usarlo.
Shin también sentía que la seriedad y concentración de Araki no eran inferiores a las suyas.
Shin: “Sería difícil para mí explicar en detalle con palabras, así que creo que será más rápido si solo me observas. ¿Me prestas tus herramientas?”
Araki: “.... utilice cualquier cosa que necesite.”
Práctica más que teoría, mirar y aprender. Técnicas como esas no podían ser explicadas completamente sólo a través de explicaciones verbales y teoría.
Es por eso que Shin decidió mostrar su trabajo.
Sólo dio varios golpes utilizando el acero “Tamahagane” que encontró en la herrería. Antes de que pudiera ser llamado completo, Shin lo calentó en el horno, lo martilló y gradualmente formó la forma de la Katana.
Estaba infundiendo su poder mágico en el martillo, así que después de cada golpe, chispas de diferentes colores salían del Tamahagane.
Araki: “.......”
Araki miró los movimientos de Shin, sin perder el menor movimiento. El aura que emitía era como si estuviera balanceando el martillo junto con Shin.
Shin: “.... he terminado. Ahora sólo necesita ser pulida.”
La hoja había sido completada, a una velocidad poco natural. Shin podría haberla completado hasta el punto de que no necesitara ser pulida, pero eso iría más allá de ser simplemente un herrero capaz, por lo que no fue tan lejos.
A través del trabajo del mismo pulidor que había manejado la Katana que Araki había forjado antes, la Katana de Shin ganó su brillo. Era una de grado Único de nivel Medio, igual que la Katana que Araki acababa de forjar.
Araki: “¿Has forjado esto a propósito...?”
Shin: “No, eso es sólo una coincidencia. Pero es mejor para nosotros. Me gustaría que vieras lo que es diferente entre ellas, pero ¿estaría bien si la Katana que forjó antes se volviera inutilizable?”
Araki: “…eso está bien. Déjame ver cuán digna es.”
Shin tomó su Katana recién forjada y la mantuvo inmóvil, con la hoja apuntando hacia arriba.
Le dijo a Araki que se apartara y luego giró la Katana que Araki había forjado sobre la hoja que había hecho.
Araki: “¡¿?!”
Araki miró con los ojos abiertos el resultado.
La Katana que Araki había forjado, que Shin tenía firmemente en la mano, había sido cortada por el medio. La Katana de Shin se quedaba quieta, por otra parte, no tenía el menor corte.
Araki: “Ser del mismo grado y aun así ser tan diferente...”
Shin: “Sir Kanezuka, llegaste a este nivel sin usar magia. Estoy seguro de que puede forjar Katanas superiores. Las armas llamadas “Espadas Mágicas” se llaman así porque la magia envuelve sus hojas.”
Después de decir eso, Shin le entregó la hoja que había retenido a la de Araki. Como Shin había dicho, su hoja estaba cubierta de un poder mágico débil.
De acuerdo con las reglas del juego, las armas de grado Único no podían realmente ser llamadas “Espadas Mágicas” o “Katanas Mágicas”. Probablemente fue porque Shin lo había forjado, que la Katana ahora en manos de Araki tenía especificaciones dignas del apodo “Mágica”.
Araki: “Una verdadera Katana Mágica, eh... es cierto que tanto la Katana que forjé una vez y [Black Moon] tienen poder mágico envolviendo sus hojas. Sin embargo, sentí algo diferente de la Katana Mágica en la [Black Moon].”
Shin: “Creo que los materiales podrían ser la razón. Utilicé Tamahagane como material esta vez, así que sólo las especificaciones de la Katana como arma aumentaron. Pero he oído que diferentes materiales pueden agregar todo tipo de efectos. Sin embargo, no sé qué significa eso en detalle.”
Araki: “Eso es más que suficiente. Jove... no, Señor Shin, te debo mucho. Si necesitas mi ayuda en algo, solo dilo.”
Shin: “En primer lugar, como dije antes, quisiera que mantuvieras en secreto la fuente de esta información. Aparte de eso, no hay nada que necesite en este momento.”
Había sido visto por varios discípulos de Kanezuka, por lo que sabía de la posibilidad de que supieran que la información provenía de él.
No pensaba que Araki hablara de que Shin era la fuente, pero quería estar seguro.
Shin: “Puede pasar esta técnica a alguien que considere digno, Sir Kanezuka. No es algo que obtuve por mi cuenta después de todo.”
Araki: “¿Está realmente bien?”
Shin: “Incluso si lo oculto, alguien podría estar espiando y era una técnica comúnmente usada en el pasado después de todo. Sólo espero que la Katana construida de esta manera se use para proteger a los demás.”
Katanas no eran más que herramientas. Dependiendo del usuario, podrían convertirse en cuchillas de protección o de sacrificio.
Shin le dio más consejos a Araki, quien dijo que forjaría otra hoja, luego dejó la residencia Kanezuka.
Regresó con Karin y Toshiro. Kankurou había sido llamado por Araki y se había quedado en la residencia de Kanezuka.
Toshiro: “.... ¿le enseñaste algo?”
Shin: “Le dije sobre algunas técnicas que conozco. Creo que la creación de la Katana divina progresará un poco.”
Toshiro preguntó qué había pasado en la residencia de Kanezuka mientras regresaban a la casa Saegusa.
Karin: “Uhm, he oído que tales técnicas se mantienen en secreto.”
Shin: “No pertenezco a ninguna escuela o tradición en particular, así que no tengo ninguna intención de mantener las técnicas para mí. Sin embargo, no los propagaría a cualquiera.”
Karin todavía se sonrojó ligeramente al hablar con Shin, pero trató de hablar con él tan normalmente como lo hacían antes.
Karin: “Sin embargo, nunca he visto a Sir Kanezuka hacer esa expresión antes. Debe haber sido una técnica impresionante.”
Shin: “.... ¿es así? No podía decirlo, para ser honesto. Sólo quería darle un consejo, pero luego lo vi moviendo su martillo tan intensamente... como herrero que soy, no pude detenerme en sólo una o dos palabras.”
Shin podría haber dado una explicación plausible, pero optó por no hacerlo.
Para alguien que se había entrenado seriamente en el arte de la herrería, las técnicas que Shin adquirió a través del juego parecerían hacer trampa. Eso fue en parte la razón de qué Shin respetara al herrero Kanezuka Araki, que había alcanzado ese nivel de habilidad mientras era una persona normal.
Toshiro: “¿Qué eres de todos modos?”
Shin: “Sólo un aventurero y una persona ocupada, nada más.”
Karin: “Yo, yo creo que es un buen hombre...”
Toshiro: “¿Qué dem...? ggh....”
El comentario de Karin después de las palabras de Shin hizo toser a Toshiro. Debió de darse cuenta de que Karin parecía muy diferente de lo habitual.
Shin: “Entonces, ¿también puedo preguntarte algo?”
Toshiro: “Hm.... ¿qué?”
Shin: “Señor Toshiro, perteneces a la casa Yaejima, ¿no? He oído que los Yaejima son un gran clan que gobierna Hinomoto en el oeste. Si es así, ¿por qué te quedas junto a Kankurou, un sirviente de la casa Kujou?”
Shin sintió esto después de oír hablar de las dos fuerzas que gobernaban a Hinomoto.
Shin, que había estudiado historia japonesa en la escuela, por un segundo pensó que podría haber sido un rehén, pero Toshiro parecía demasiado libre para ser uno.
Toshiro: “Yo soy uno de los discípulos de Sir Kankurou. Él es un hombre que imparte sus enseñanzas sin importarle el estatus social y Lord Tadahisa dio su aprobación también.”
Sin embargo, si la casa Yaejima hiciera algo para agitar el conflicto en Hinomoto, la vida de Toshiro se perdería.
Toshiro: “No creo que ni mi padre o mi hermano hagan algo tan tonto. Pero si alguna vez sucediera, simplemente ofrecería mi vida.”
Toshiro habló cada palabra con convicción, sin apartar la vista.
Si estaban planeando algo, tenerlo en un alboroto dentro de la casa Kujou sería un plan ingenioso.
En caso de peligro real, uno podría sostenerse a la vida querida.
Shin, sin embargo, no creía que Toshiro fuese capaz de tales cosas. Eso también podría decirse de todos los que siguen a Kankurou.
En Hinomoto, había una confianza que iba más allá de la razón. Eso es lo que Shin sintió mirando a Toshiro.
Después de que Shin se fuera, en la herrería donde ahora el horno no ardía más, Araki y Kankurou hablaban.
Kankurou: “¿Te ha dicho el señor Shin algo útil para elaborar una Katana divina?”
Araki: “Sí, puedo decirte porque siento que ya lo sabes... pero me ha transmitido una de las técnicas que se habían perdido en la historia.”
Gracias a su experiencia como personaje de apoyo, Kankurou conocía estas técnicas, incluso sin explicaciones detalladas de Araki.
Araki: “Con esto, probablemente me acerque a la Katana divina, sin embargo...”
Kankurou: “¿Hay algún problema?”
Kankurou notó que la expresión de Araki se veía aún más amarga que de costumbre.
La respuesta del herrero llegó en un tono débil.
Araki: “La Katana divina no es algo que yo pueda forjar. No sólo yo, sino cualquier otro herrero en Hinomoto me podría temer.”
Kankurou: “¿Y por qué razón?”
Araki: “Probablemente... no, definitivamente, el señor Shin conoce técnicas que no poseemos. Y no sólo una o dos... el señor Shin seguramente sería capaz de forjar una hoja a la altura de [Black Moon]. He oído que es un samurái, pero sé que no es un hombre en el lado de los que “usan” las armas. Es alguien que las “hace”.”
Araki, gracias a una vida dedicada a la elaboración de armas lo entendía.
Durante la era del juego, de hecho, el apodo de Shin era “Dark Blacksmith”. Los otros miembros de Rokuten también tenían alias tales como “Red Alchemist”, “White Cook” y “Golden Merchant”.
Todos ellos vinieron del hecho de que, como Shin, su verdadera naturaleza era de “creadores”.
Araki: “Incluso entre los Antepasados Retornados, sólo individuos muy especiales podrían manejarlo. Podría pensar que estaba forjando algo simple, pero su arte era tan refinado que comprendí claramente que nunca podría compararme con él.”
Kankurou: “Es eso así. En ese caso, no podemos posponer el ritual de herencia más que esto.”
Araki: “Sí. Descontando el nacimiento milagroso de un Antepasado Retornado extremadamente especializado en la herrería, concluyo que la Katana divina no podría ser forjada ni siquiera dentro de 100 años. Sería inútil retrasar más el asunto de la herencia.”
Araki dio su conclusión con una expresión vacía de espíritu, como si lo que lo poseía lo hubiera dejado vaciado.
Entonces, sin pensar, su mano agarró su martillo.
Kankurou: “Ah, incluso si llegas a tal conclusión, ¿volverás a forjar espadas?”
Kankurou le habló a Araki como a un joven guerrero que se concentró en su duro entrenamiento.
Araki: “Porque pude vislumbrar el pico. Incluso si sé que nunca podré alcanzarlo, no puedo parar de subir... eso es lo que es un herrero. Jaja, pensar que me volvería a convertir en un retador de nuevo, incluso a esta edad... Yo nunca lo hubiera esperado, eso es seguro.”
Araki encendió el fuego en el horno, con una expresión completamente serena en su rostro.
Kankurou: “Bueno, parece que tengo que darle las gracias al señor Shin otra vez.”
Después de eso, el sonido del hierro martillado resonó desde la herrería durante un rato.
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