The New Gate


Capítulo 7: The New Gate Capítulo 28 (parte 4).



Fecha de Publicación: 2017-09-10 17:07:22

Fecha de Actualización: 2017-09-10 17:07:22

Publicado por: Perdiz


Shin: “...... ¿mwah?”



Al día siguiente, Shin se despertó un poco antes del amanecer.

Yuzuha, en modo bestia, estaba durmiendo junto a él, con las colas apoyadas en el pecho y estómago de Shin.



Shin: “Aah... sí... me quedé dormido.”



Mientras disfrutaba de la suavidad de las colas, Shin recordó lo ocurrido la noche anterior. Debo haber estado más cansado de lo que pensaba, se dijo mientras se levantaba y se estiraba.



Yuzuha: “¿Kuu?”

Shin: “Ah, lo siento, ¿te desperté?”



Yuzuha había sentido los movimientos de Shin y había abierto los ojos.

Una hora después del amanecer, sintió que la gente se movía en la habitación de al lado.

Kanade parecía que se sentía mucho mejor y Karin también se sentía aliviada.



Shin: “Bueno, vamos adelante y llevemos entonces la hierba medicinal a tu hermana.”

Kanade: “Sí, ¡apurémonos!”



Completamente recuperada después de una noche de descanso, Kanade corrió delante del grupo.

Detrás de ella, Shin y Karin comenzaron a correr también.



Karin: “Por favor, no se esfuerce demasiado, Milady.”



Karin estaba preocupada por lo ocurrido el día anterior, por lo que advirtió a Kanade.

Kanade lamentó haberla preocupado, así que respondió: “Lo sé.”



El grupo continuó su camino mientras tomaba descansos cuando era necesario. En el camino, Shin utilizó sus habilidades de detección para comprobar los alrededores por amenazas.

Ser robado por los ladrones justo después de haber obtenido la [Dead Snake Grass] habría sido una mala broma.

Probablemente no serían atacados en un lugar donde la gente pudiera ver, pero para estar seguro él eligió permanecer alerta.

Quizás gracias a eso, podrían llegar al territorio Kujou sin ningún ataque enemigo.



Kanade: “A partir de aquí, tomaría quizás sólo otro medio día.”

Shin: “¿No te estás presionando? ¿No estás haciendo algo inusual?”

Kanade: “No lo estoy. Estoy bien. Hemos llegado hasta aquí, no me desmoronaré al final.”



Mientras tomaba un descanso en una casa de té a lo largo de la carretera, el grupo de Shin discutió la ruta a su destino.

El chiste de Kanade era que los obstáculos siempre aparecían justo al final.

Los misteriosos atacantes, el encuentro con monstruos que no deberían haber estado allí... todos los acontecimientos que habían ocurrido en los pocos días desde que conocieron a Shin, no eran nada de qué reírse.

Era natural que Shin tuviera especial cuidado.



Shin: “Todavía no sabemos nada de esos asaltantes, no podemos bajar la guardia.”

Kanade: “También he reflexionado sobre ellos. Si atacan sabiendo que yo soy un Kujou, la familia principal también podría estar en movimiento.”

Karin: “¿Podría ser que algo pasó mientras estábamos fuera del país?”

Kanade: “No puedo decirlo. Pero lo sabremos una vez que regresemos.”



Shin no sabía qué había sido de la posición de Kanade dentro de la casa principal, pero se imaginó que podrían reunir algún tipo de información.

Shin planeaba seguir su camino después de verlas llegar a su destino. Su rostro ya era conocido, así que incluso si se separaba de ellas, no había ninguna garantía de que no volvería a estar involucrados de nuevo.



Shin: “Buenos, ya casi llegamos. Vámonos.”

Kanade: “Entendido.”

Karin: “Como desees.”



El grupo partió de nuevo, con Shin a la cabeza.

Como había dicho Kanade, después de mediodía apareció el complejo principal del castillo. Era inconfundiblemente un castillo de estilo japonés.

Un grupo vestido con armadura estaba en el camino hacia el castillo.



Kanade: “¿Estos son los soldados del castillo?”

Karin: “El emblema de su bandera... son de la familia Toudou.”

Kanade: “Kankurou, entonces. Toshiro podría estar allí también.”



Kanade y Karin parecían conocer el emblema dibujado en las banderas de los soldados y no estaban preocupadas por su presencia.

Shin también escuchó un nombre que no era nuevo para él, por lo que se sintió aliviado y decidió preguntar sobre ellos.



Shin: “¿Los conoces?”

Karin: “Sí, no sólo a ellos, sino que parte de nuestros soldados patrullan el territorio. Gracias a eso, los daños y las bajas debidas a monstruos y ladrones se reducen al mínimo.”



Al parecer, los soldados que habían conocido se encontraban de regreso de una patrulla.



Karin: “Pero debido a eso, hay muy pocas ramas de los gremios de aventureros.”

Shin: “¿Qué quieres decir?”

Karin: “Misiones que los aventureros tomen... especialmente aquellas sobre exterminar monstruos que ofrecieran altas recompensas... bueno, esos monstruos son eliminados por los soldados patrullando. Su nivel promedio es de 200, por lo que pueden manejar cualquier monstruo excepto los extraordinariamente poderosos. Por eso, pocos en este país apuntan a convertirse en aventureros. Por supuesto, hay poderosos guerreros pertenecientes a los gremios de aventureros de Hinomoto.”



Karin comentó brevemente que estaba muy sorprendida después de salir del país.

Algunas personas incluso llamaron a Hinomoto un “país de demonios y bárbaros”.

Incluso en Balmel, la ciudad fortificada siempre bajo la amenaza de la “Inundación”, el nivel promedio de los soldados es de menos de 150. Sólo unas pocas élites estaban por encima del nivel 200, por lo que Shin entendió la razón detrás de ese nombre o la gente que no lo sabe.



Karin: “Hinomoto cree firmemente que los asuntos nacionales deben ser manejados por el país. Después de todo, no tenemos un territorio tan grande como el continente. Nuestro país deber ser manejado por nosotros mismos y lo hacemos.”



También se dice que Hinomoto es más seguro que el continente.

Mientras hablaban, se encontraron con el grupo de soldados. Las tropas traseras notaron al grupo de Shin.



Karin: “Soy la hija primogénita de la familia Saegusa, Saegusa Karin. Acompaño a Lady Kanade de Kujou. ¿Quién dirige este pelotón?”



Cuando Karin se presentó, las tropas vacilaron un momento, luego se dividieron en dos líneas perfectas, mostrando dos hombres en el centro.

Shin usó [Analyze] para mostrar los nombres y niveles de los hombres que caminaban lentamente hacia ellos.

Uno era Yaejima Toshiro, un samurái de nivel 190. Parecía de veintitantos años, pelo negro con rayas blancas y ojos marrones, un joven con apariencia orgullosa.

En contraste con la armadura de plomo que usaban los otros soldados, la suya era de color azul marino. Su estatus social y posición eran probablemente diferentes.

Las dos katanas colgadas de ambos lados de su cintura sugerían que era un usuario de dos espadas.



El otro hombre era Toudou Kankurou, un samurái de nivel 255 y un hombre entre 50 y 60 años de edad.

Tenía el pelo blanco y la frente arrugada, pero su postura recta y apariencia no mostraba signos de vejez. Sus ojos eran delgados casi como una rendija, su expresión suave y gentil.



Claramente se destacaba entre los soldados vestidos de armadura, puesto que llevaba una túnica verde oscuro y un pantalón de color azul profundo, casi negro, de gran tamaño llamado hakama. (NT: El hakama es un pantalón largo con pliegues, si se acuerdan de Samurái X es el tipo de ropa que usaba el protagonista Kenshin Himura)



Shin comprendió la razón por la que no llevaba armadura. Las estadísticas de sus pantalones hakama eran más latas que la armadura de los soldados. Lo que más llamó su atención fue la Katana colgando de la cintura del viejo.



Kankurou: “Lady Karin, noble Kanade. Escuché que habían dejado Hinomoto, pero me alegro de ver que estás sana y salva.”

Kanade: “Me alegra verte también en buena salud, Kankurou. ¿Vuelves de una patrulla?”



El hombre que Karin llamó el guerrero más fuerte de Hinomoto comenzó a hablar con Kanade en un tono suave.



Kankurou: “Sí, acabamos de matar a un monstruo que fue reportado como difícil de someter. Noble Kanade, si ha regresado, ¿significa que ha obtenido la hierba medicinal?”



La expresión de Kankurou cambió de sonrisa a seriedad. Parecía que él sabía la razón por la que Kanade había dejado Hinomoto.



Kanade: “Sí, hemos obtenido una cantidad suficiente. ¿Cómo está la condición de mi hermana?”

Kankurou: “Poco a poco empeorando, aunque lentamente. Pero todavía debe haber tiempo. Vamos a liderar el camino, su compañero es... ¿?”



Kankurou habló mientras cambiaba los ojos hacia Shin. Mientras hablaba, su expresión mostraba claramente que no podía creer lo que estaba viendo.



Toshiro: “Lord Kankurou, ¿conoce a este hombre?”

Kankurou: “N-no, yo... mis disculpas. Simplemente se parece a alguien que solía conocer.”

Shin: “Ah, no, por favor, no te preocupes.”



Kankurou sacudió la cabeza ante la pregunta de Toshiro y se disculpó con Shin.



Shin pensó que su reacción era algo exagerada, pero no tiene nada más que investigar, por lo que no dijo nada en particular.



Karin: “Este hombre es el Señor Shin. Él nos ayudó a recuperar la hierba medicinal. Lo llevaré a la mansión. Lord Kankurou, Lady Kanade, por favor diríjanse a los cuartos de Lady Haruna.”

Kankurou: “¿A la mansión? Hm, ¿se puede confiar en él?”

Karin: “Sí.”



Karin miró directamente a Kankurou y asintió.



Kankurou: “Si Lady Karin así lo dice, entonces no debería haber problemas.”

Toshiro: “Señor, ¿está usted seguro? En momentos como estos, no es aconsejable dar la bienvenida a extraños de fondo desconocido...”

Kanade: “Toshiro, tenemos una gran deuda de gratitud con Shin. No sé lo que pasó, pero personalmente aseguro que no es un espía enemigo.”

Toshiro: “... si Lady Kanade habla así, entonces...”



Toshiro parecía insatisfecho con la respuesta de Kanade, pero no presentó objeciones. Pero, se podría decir que, a cambio de eso, miro a Shin bruscamente.



Shin: “Si es así, diría que simplemente nos separamos aquí. Mi trabajo ha terminado aquí, estos caballeros son seguramente más que adecuados para protegerte. Si algo está ocurriendo, no es el mejor momento para dejar a alguien sospechoso entrar después de todo.”



Él no tenía que recibir recompensas o algo similar tampoco. No era necesario dejarlo entrar en la residencia sin importar qué.



Kanade: “Después de todo lo que has hecho por nosotras, simplemente enviarte de vuelta con las manos vacías sería más que ingrato para nosotras. Por lo menos, deseo que pases la noche aquí.”

Karin: “Lo llevaré a la residencia asignada a la familia Saegusa. Comprendo bien la preocupación de Toshiro. Seré responsable de las acciones del Señor Shin.”

Toshiro: “Hg, Lady Karin, no necesitas ir tan lejos como para vigilar a este hombre, yo podría hacer es-”



Toshiro objetó las intenciones de Karin de asumir la responsabilidad de Shin.



Kankurou: “Toshiro, dudo que sea prudente seguir planteando objeciones. Lady Karin es una de las Diez Valientes de Hinomoto, estoy seguro de que no hay necesidad de preocuparse.”

Toshiro: “Eso es cierto, pero...”



Karin aparentemente tenía un título que Shin no sabía. El nombre sugería que fue dado a los guerreros más hábiles de Hinomoto.



Kankurou: “Vamos por el camino entonces. Señor Shin, le agradezco su ayuda en este esfuerzo.”

Shin: “Ehm... sí.”



Kankurou dio una ligera reverencia y se dirigió hacia el castillo junto a Kanade.

Después de un rato, Shin y Karin fueron al castillo y entraron en el perímetro del castillo.

Del mismo modo que Toshiro, los guardias de la puerta no estaban contentos con permitir que Shin entre, pero gracias a la intervención de Karin no hubo conmoción.



Shin: “Es realmente enorme.”

Karin: “Después de todo, hay muchas instalaciones dentro del castillo.”



El castillo de Kujou estaba rodeado de fosos, con el principal castillo puesto en su centro. El perímetro del castillo contenía instalaciones de entrenamiento, una herrería y muchas residencias.

Su gran tamaño era la característica más notable. Era mucho más grande que los castillos de estilo japonés que Shin conocía.

Parecía que el castillo contenía una ciudad, separada de la ciudad del castillo, fuera de sus murallas. Alrededor del complejo principal, había otro conjunto de muros y puertas.

Los dos caminaron por senderos imposibles de navegar sin guía y luego llegaron frente a una de las residencias más grandes.

El guardia de la puerta se acercó apresuradamente a ellos, pero gracias a Karin podían pasar sin problemas.

El guardia pareció más sorprendido por el regreso repentino de Karin que por la presencia de Shin.



Karin: “Me disculpo por la molestia.”

Shin: “Por favor, no, los guardias parecían muy contentos también. Deben amarte y respetarte.”

Chiyo: “¡Es correcto! Nuestra señora es amable con todos, todos los vasallos la aman.”



Las palabras de Shin fueron respondidas con orgullo por Midou Chiyo, una mujer que servía a la casa de Saegusa. Ella era la cuidadora de Karin y sin duda la persona más feliz de ver a Karin regresar.



Karin: “Basta de mí, ¿dónde está mi padre?”

Chiyo: “Ya está esperando dentro de la residencia.”

Karin: “Gracias. Señor Shin, le pido que se una a mí para una breve introducción.”

Shin: “Entendido.”



Shin y Karin entraron en la residencia, dirigidos por Chiyo.



Chiyo: “Nuestra Señora Karin y el Señor Shin han llegado.”



Chiyo anunció su llegada frente a las puertas corredizas de la habitación.



Después de escuchar la respuesta, Chiyo abrió las puertas, mostrando a un hombre sentado con las piernas cruzadas en el centro de la habitación y una mujer a su lado.



El hombre tenía un físico grande y musculoso, que se veía claramente a través de su kimono. Un hombre con forma de roca rugosa, o eso pensó Shin. La mujer estaba sentada a su lado con una postura apropiada, sonriendo suavemente. Ella era de baja estatura, pero al lado del hombre parecía aún más pequeña.



Karin: “Padre, madre, he vuelto.”

Padre: “Bienvenida. He oído lo que sucedió en cierto grado. Parece que encontraste lo que buscabas.”

Karin: “Sí, ahora sólo tenemos que esperar a que se haga la medicina.”



El hombre que Karin llamó padre intercambió breves palabras con ella, luego se volvió hacia Shin.



Kuyou: “Me disculpo por la espera. Soy la tercera cabeza de la casa Saegusa, Saegusa Kuyou. Esta es mi esposa, Kayo.”

Shin: “Mi nombre es Shin. Esta es Yuzuha, estamos ligados por un contrato.”

Yuzuha: “¡Kuu!”



Shin se sentó en postura adecuada junto a Karin y se presentó. Yuzuha estaba sentada en un cojín a su lado.



Kuyou: “Me han dicho que prestó su ayuda a nuestra hija y a Lady Kanade en su búsqueda. También que intentaste salir sin aceptar ninguna recompensa. ¿Estás consciente de lo que Lady Kanade estaba buscando, ¿verdad?”

Shin: “Sólo sé que era un ingrediente para la medicina de su hermana.”

Kuyou: “En efecto. Los resultados están por venir, pero si Lady Haruna fuera curada, le debemos una gran deuda. Pero incluso si no fuera así, salvar a otros del peligro por nada... ese espíritu es algo que admiro. Usted es bienvenido a permanecer en nuestra residencia no sólo por un día, sino por un breve período si usted puede.”

Shin: “Muchas gracias.”

Karin: “Padre, el señor Shin ha salvado mi vida y la de Lady Kanade, y ─”

Voz: “¡¡Estoy entrando!!”



El breve saludo entre Shin y Kuyou terminó y justo cuando Karin estaba a punto de explicar en detalle lo que pasó, de repente Kanade abrió las puertas correderas y entró.



Karin: “.... Lady Kanade. Pensé que te habías dirigido a la residencia.”



Kanade: “Le di la [Dead Snake Grass] al concocter*. No hay nada más que hacer. Quería decirle a mi hermana que tenemos todos los ingredientes para la medicina, pero no podemos estar seguros hasta que veamos que es realmente efectivo... padre está ocupado en alguna reunión, así que vine aquí primero.”

Kuyou: “Lady Kanade. Entiendo tu preocupación, pero por favor, cálmate.”

*(NT: No encontré una traducción exacta para “concocter”, pero es alguien que combina diferentes ingredientes, en este caso podría ser el farmacéutico o parecido).



Kuyou dijo que no estaba actuando adecuadamente para una dama Kujou, pero Kanade hizo una mueca y replicó.



Kanade: “No puedo evitarlo. Al menos entre nosotros, perdona por favor mi comportamiento.”



La preocupación de Kanade no desaparecería a menos que la medicina demostrara ser eficaz y su hermana sea curada después de todo.

Kuyou comprendió sus sentimientos y no le reprocho más.



Kanade: “De todos modos, ¿de qué están hablando?”

Kuyou: “Yo iba a preguntar por el Señor Shin. Hubo un poco de conmoción antes de entrar en el castillo, parece.”

Kanade: “He aprendido la razón por la cual el ambiente dentro del castillo no es bueno. No es de extrañar que Shin fuera visto con sospecha.”



Kanade había oído de Kankurou lo que pasó mientras se dirigían juntos al castillo.



Karin: “Padre, Milady, todavía no he oído hablar de eso. ¿Podrían por favor informarme?”

Kuyou: “Hmm, ya veo.”

Shin: “Ehm, me disculpo por interrumpir, pero ¿está bien para mí escuchar esas circunstancias?”



Shin interrumpió mientras Kuyou estaba hablando. Él sentía que no era algo que un forastero deba oír.



Kuyou: “Eso está muy bien, no es nada más que un rumor después de todo. La gente habla de esto en toda la ciudad del castillo. Es sólo un rumor sobre los movimientos sospechosos de la casa Yaejima, los gobernantes del oeste. Originalmente hemos luchado por el dominio sobre Hinomoto: no importa la credibilidad del rumor, o la falta de ella, la gente no puede dejar de estar preocupada. Sin embargo, hasta donde yo sé, el actual jefe de la familia Yaejima es un amigo íntimo del Lord Kujou Tadahisa, jefe de la familia Kujou y padre de la señora Kanade. Dudo mucho que el rumor sea cierto.”

Kayo: “Si algo está pasando, podría ser la casa Ichinose.”



Después de que Kuyou habló, Kayo participó en la conversación por primera vez.



Kuyou: “¿Ichinose?”

Kayo: “Esa familia siempre ha estado muy preocupada por los cambios en el equilibrio de poder entre el este y el oeste, hasta hace un tiempo hablaban de la unificación de Hinomoto después de todo. Sobre el asunto de la sucesión también, llegaron incluso a decir que, puesto que Karin no está aquí, debería ser removida, ¿sabes? Verdaderamente, ¡no hay nada más irrespetuoso!”

Karin: “Madre, por favor cálmate. Pero lo entiendo, así que eso es lo que paso.”



Karin calmo a la irritada Kayo y asintió con la cabeza en comprensión de la situación.

Al parecer Toshiro había sospechado de Shin de ser enviado por el Ichinose.



Kayo: “Bueno, no es como si hubieran hecho algo todavía. No hay más que rumores en este momento, por lo que estamos recopilando información. Por cierto, personalmente estoy más interesada en Shin, ¿puedes contarme más sobre tu viaje?”

Karin: “Bien...”

Kanade: “Por supuesto. Nos conocimos por primera vez en un barco, mientras nos dirigíamos a Hinomoto.”



Kayo cambio de tema, expresando gran interés en Shin.

Mientras pensaba en cómo responder, Kanade lo anticipo narrando como se conocieron por primera vez.



Kanade: “... entonces nos salvó cuando caímos en el mar.… por cierto, ¿qué fue lo que hizo esa vez?”

Karin: “¿Qué cosa, exactamente?”

Kanade: “Karin, él te estaba besando y acariciando tus pechos, ¿no?”

Karin: “¡¿Q-qué?! ¡¡Señor Shin!! ¡¿Qué me hiciste mientras estaba inconsciente?!”



Las palabras de Kanade hicieron que Karin se levantara y cubriera su pecho con sus brazos. Rápidamente se apartó de él hacia la pared, usando un cojín como protección.



Kuyou: “Ooh, déjanos saber más.”

Kayo: “Sí, eso es muy interesante.”



Al mismo tiempo, Kuyou desató una poderosa aura de intimidación, mientras que la sonrisa de Kayo dejo completamente sus labios. La expresión de Shin se volvió rígida bajo la influencia de una presión que ignoraba los niveles y las estadísticas.



Shin: “¡No, no, no es lo que parece! ¡Yo actué así porque temía que la respiración y el pulso de Lady Karin se hubieran detenido! ¡Le aseguro que no estaba pensando en nada impropio! ¡¡Lady Kanade, por favor no uses palabras que puedan ser malentendidas!!”



Shin intentó desesperadamente defenderse de los daños causados por las explosivas palabras de Kanade.

Shin explicó cómo el beso fue para reanudar la respiración detenida de Karin y que él no estaba acariciando sus pechos, sino dando un masaje cardiaco para hacer que su corazón latiera de nuevo, recordando el conocimiento limitado que pudo reunir.

Así de aterrador le parecía a Shin la atmosfera de Kuyou y Kayo. Esto era lo que ellos llamaban “miedo irracional”, probablemente.



Kuyou: “Hmm, así que fue todo para salvar a mi hija, ¿verdad?”

Shin: “Exactamente. Estas acciones deben realizarse lo más rápido posible. No soy un verdadero experto, pero pensé que no había tiempo para pensar en eso. Le aseguro que no tenía nada malo en mente.”

Kanade: “Yo también lo respeto. Me desperté primero y recuerdo cómo Shin estaba desesperadamente tratando de ayudar a Karin.”



Shin le dijo a Kanade: “Di eso primero, ¿quieres?” En su mente, pero se abstuvo de expresar sus pensamientos delante de Kuyou y su consorte (NT: consorte es otra forma de decir esposa o similar en épocas de monarquías.).



Kuyou: “En ese caso, debo darle las gracias al señor Shin. Si no fuera por ti, mi hija y Lady Kanade se habrían ahogado en esa tormenta.”

Shin: “Me alegro de que las circunstancias estén claras ahora.”



Shin, liberado del aura intimidante de los padres, se limpió el sudor frío de la frente. Su presencia era aún más abrumadora que un monstruo jefe.



Karin, que se había alejado de Shin, se sentó a su lado después de oír su explicación. Su rostro era rojo brillante.

Después de eso hablaron sobre cómo subieron al Mt. Fuji y su regreso al castillo, cuando Chiyo vino a anunciar que el séquito de Kanade había llegado a recogerla.



Kanade: “La reunión finalmente ha terminado. Ahora me iré. Te veo mañana.”



Kanade lo dijo y regresó al castillo. Llegó de repente, dejó caer una poderosa bomba y causo una conmoción, así que después de su partida la residencia se sintió muy tranquila.



Kuyou: “Bueno, hemos hablado bastante. Permítanos ofrecerle una comida.”



Después de la cena, Shin fue informado de que el baño estaba listo, así que fue al baño según las instrucciones.







Después de que Shin se fuera para el baño, Kuyou, Kayo y Karin permanecieron en la residencia para hablar.



Kuyou: “En cualquier caso, ¿había realmente una persona como la que Lady Kanade describió en la cima del Mt. Fuji?”



Karin: “Sí, Creo que, si ellos no sólo coinciden con sus habilidades, si lucharan hasta el final, sólo el señor Shin podría sobrevivir. El llamo a la serpiente gigante “Eight-Headed Orochi”, pero no sé la identidad de la mujer. Para ser honesta, no estoy segura de sí era humana o no.”



El tono de la conversación era ahora completamente serio. Kuyou mismo no podía dejar de preguntar acerca de información importante, como qué escondía la niebla del Mt. Fuji.



Kuyou: “El monstruo legendario que dicen que devoraba países enteros y una chica que lo domesticó... si no dejan la niebla, supongo que será prudente que no los molestemos tampoco. Creo que el Lord Tadahisa te llamará mañana: asegúrate de hacerle saber también.”

Karin: “Lo haré.”



Kuyou, en el papel de jefe de la casa, dio a Karin órdenes específicas.



Incluso ahora había personas que intentaban entrar en la niebla, aunque eran pocas. Si, por casualidad, alcanzaran el pico o instigaran a los habitantes de él, había la posibilidad de causar daños masivos y bajas.

Kuyou estaba seguro de que Tadahisa entendería el riesgo después de enterarse del viaje desde Kanade, pero optó por mayor seguridad.



Kayo: “¿Han terminados los temas difíciles?”

Kuyou: “Lo están. Hoy fue un día bastante sorprendente.”

Kayo: “Es verdad. ¡Pensar que Karin traería aun hombre a la casa! Y que hasta se habían besado ya.”

Karin: “¡M-madre! ¡Por favor, no vuelvas a decirlo!”



Karin trató apresuradamente de poner fin a la devolución de ese embarazoso tema.



Kayo: “¿Pero que acaso no es muy importante? Con ustedes lejos de Hinomoto, tuve que rechazar todas las invitaciones de entrevistas matrimoniales. ¿No es hora de pensar en sentar cabeza? Entonces, ¿Qué piensas del señor Shin? Parece educado y es muy capaz con la espada también, ¿no? No creo que sea un mal matrimonio.”

Kuyou: “¡¡Hmgh!! ¡¡Eso es demasiado repentino para hablarlo!!”

Karin: “¡E-eso es correcto! ¡Apenas nos conocemos!”



Tanto el padre como la hija se opusieron a la repentina conversación matrimonial de Kayo.

Kuyou estaba simplemente en contra de la idea, pero las palabras de Karin parecían sugerir que las cosas podrían ser diferentes si llegaran a conocerse mejor.



Kayo: “No pareces estar totalmente en contra de eso, ¿verdad? Veo que necesitamos saber más acerca del señor Shin.”

Karin: “¡Madre! ¡Te ruego, por favor, no hagas nada extraño!”

Kuyou: “¡Kayo! ¡M-matrimonio! ¡Es demasiado pronto!”



Tales conversaciones continuaron en la residencia mientras Shin estaba en el baño.



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Notas

Katana: Espada estilo japonés