Isekai Mahou wa Okureteru!


Capítulo 8: En una habitación del palacio



Fecha de Publicación: 2018-03-26 17:02:39

Fecha de Actualización: 2018-03-26 17:02:39

Publicado por: drakaurs


-- Kuchiba Hatsumi ocasionalmente tenía sueños extraños.



El lugar que aparecía en sus sueños no era el mundo donde esta sino un mundo completamente diferente.

Las personas que van y vienen están vestidas con ropas hechas de fibras químicas, el camino esta pavimentado con asfalta, vehículos corren por todos lados y enormes edificios se alinean juntos.



Ye en sus sueños ella misma se ve como una niña pequeña que juega con otros niños de su edad.

El sueño es bastante claro y después de levantarse la hace sentir muy nostálgica y cuando esa sensación se desvanece con el tempo ella siente una sensación de soledad que llena su corazón.



Tal vez es un recuerdo de su vida antes de perder su memoria.

Las únicas personas en ese sueño son ella y otro niño de su edad.

Ella y el parecen llevarse bastante bien, siempre están juntos dentro de sus sueños.

Siempre detrás del niño, corriendo por la ciudad, explorando. Juegos y cosas que jamás podría hacer con una niña de su edad.



Un suelo placentero. Pero cosas extrañas suceden a menudo dentro de sus sueños. Si ella se lastima el niño la cura al recitar un canto, y cuando son perseguidos por perros callejeros, el niño recita un canto de nuevo y ahuyenta a los perseguidores.



Y entonces él dice: ‘Siempre que estés en peligro, definitivamente vendré a salvarte’.



“Des……ta …… vor.”



Y entonces al final del sueño ella siempre mira su rostro, pero su rostro es siempre borroso. No puede distinguir que tipo de rostro es.



“Des…pierta”



Sin rendirse ella intenta mirar su rostro de cerca, entonces el niño se va de repente y abandona el ligar. Incluso si intenta perseguirlo solo puede escuchar el poco entusiasmado canto del niño –



“Ya despierta…”



-Kuchiba Hatsumi de repente sintió una sacudida correr por su cuerpo.



Hatsumi: “Hmm ...?”



Mientras se despertaba sin fuerzas y dejaba salir su voz mientras abría los párpados, la cara de su compañera, Selphy Fittney, apareció justo frente a ella.



Selphy: “Por favor despierta, Hatsumi. Ya es tarde.”

Hatsumi: “Tarde...?”



Mientras se frotaba los ojos soñolientos, se enderezó y miró a su alrededor. Ella estaba encima de su cama en la habitación privada que fue preparada para ella en el cuarto piso del palacio de Miazen. Los muebles se mantuvieron al mínimo con solo un tocador y un cajón para la ropa. Es la habitación que recibió de la familia real. Una alfombra oscura se extendía por el piso y un amplio patio se podía ver desde la ventana. Con su cara aún oculta por su capucha, Selphy le mostró su agradecimiento en silencio.



Selphy: “Buen trabajo hoy. Hatsumi.”

Hatsumi: “... Selphy, ¿me quede dormida?”

Selphy: “Sí. Estabas profundamente dormida. Debes haber visto un buen sueño. Tu cara dormida era muy pacífica.”

Hatsumi: “Auu...”



Hatsumi no pudo evitar ponerse tímida después de enterarse que habían visto su cara al dormir. Estaba sonrojada por la vergüenza, pero Selphy estaba siendo algo afectuosa. Ella no podía ver su cara debido a la capucha, pero Hatsumi sintió que estaba sonriendo bajo esa capucha.



Selphy: “¿Qué tipo de sueño tenías? ¿Te acuerdas?”

Hatsumi: “Sueño...”



Trató de recordar el contenido de su sueño. Efectivamente, el sueño que ella estaba viendo-



Hatsumi: “... Fue un sueño donde yo era una niña pequeña. En un lugar diferente de aquí. Estaba compitiendo con un niño y jugando como un bribón con él.”

Hatsumi: “El mismo sueño de siempre, ¿verdad?”



Hatsumi asintió con la cabeza hacia la voz suave de Selphy. Habiendo perdido sus recuerdos, era un sueño que a menudo tenía. Cuando era una niña pequeña, antes de balancear su espada, estaba jugando con un niño de la misma edad que ella. Ella no tenía una base para eso, pero pensó que era un recuerdo del pasado.



Hatsumi: (Es solo que-)



Es solo que, a mitad de camino, se transformó en un extraño sueño donde el niño recitó un encantamiento de buena suerte y sanó su herida y donde el alejo a un perro callejero. Y al final, él habló.



-Siempre que estés en peligro, definitivamente vendré a salvarte.



La cara del chico estaba completamente borrosa y no podía recordarlo. Sin embargo, al recordar esas palabras, sintió un débil sentimiento de haber perdido algo y su corazón de alguna manera se llenó de soledad ...



……Dejando eso de lado, ella solo tenía la intención de tomar una siesta, pero cayó en un profundo sueño. Asombrada de sí misma por quedarse dormida, pregunto a Selphy.



Hatsumi: “Por cierto, ¿cuánto tiempo estuve durmiendo?”

Selphy: “Veamos, ya es tarde después de todo, así que dormiste por bastante tiempo”.

Hatsumi: “Uu... Así que dormí tanto... Antes de quedarme dormida, estoy segura de que planeábamos hablar sobre nuestros planes a partir de ahora ¿no?”

Selphy: “Sí. Fue una sugerencia de Hatsumi.”

Hatsumi: “Uu...”



Después de cenar justo después del desfile, dejando tiempo para un breve descanso, estaban planeando reunirse para discutir cómo deberían avanzar con la subyugación de los demonios. Ella había designado alrededor de una hora más tarde al azar para reunirse, pero en ese momento estaba completamente oscuro afuera de la ventana. Ella se había entregado a su siesta de la tarde por más de dos horas.



Selphy: “Ya era bastante tarde, así que vine a despertarte”.

Hatsumi: “Habría estado bien despertarme antes”.

Selphy: “No, parecías bastante cansada, pensé que sería mejor no llamarte”.

Hatsumi: “Gracias, Selphy. Entonces, ¿dónde están Gaius y Weitzer?”

Selphy: “Están esperando en la habitación contigua”.

Hatsumi: “Ya veo, vamos a ...”



Antes de que Hatsumi terminara de hablar, puso oír pasos inquietos desde el pasillo. Esta presencia era de Gaius. Debió haber sentido que ella se despertó. Justo cuando comprendió quién era, sin siquiera golpear, la puerta se abrió con fuerza.



Gaius: “Yo, ¿estás despierta? Nuestra dormilona héroe-dono.”



Esa puerta no debe haber sido más que una sola hoja chapada para él. Junto con el sonido animado de la apertura de la puerta, un hombre corpulento cubierto de músculos entró con su habitual sonrisa afable. Sin pedir permiso, se dejó caer en una silla en la habitación y actuó como si fuera la suya. Un destello de reproche del ojo oculto bajo la capucha de Selphy fue lanzado hacia él.



Selphy: “Gaius-shi. ¿Qué estás haciendo al entrar en la habitación de una mujer sin siquiera tocar?”

Gaius: “¿No está bien? Ella estaba durmiendo con la ropa que generalmente usa de todos modos, ¿verdad? Además, si Hatsumi hubiera estado vestida de manera no presentable habrías hecho algo al respecto.”

Selphy: “Sí, ciertamente eso es verdad. En ese momento comenzaría disparando magia contra ti.”

Gaius: “Haa, qué mujer tan aterradora”.



Mientras miraba la respuesta de Selphy de inmediato, Gaius se abrazó a si mismo de los hombros y fingió estar asustado. A pesar de que no pensó eso, era un hombre divertido. Por otro lado, a Hatsumi no le molestaba el comportamiento descortés de Gaius e inclinaba ligeramente la cabeza desde lo alto de su cama.



Hatsumi: “Gaius, lo siento. Me quedé dormida.”

Gaius: “Es raro que te quedes dormido, ¿eh?”

Hatsumi: “Parece que estaba cansada de hacer algo a lo que no estaba acostumbrada”.



Hatsumi tímidamente dijo esto. Surgió durante la cena también, pero esa fue su primera experiencia en un desfile. Durante medio día, ella estuvo montada en la parte superior de la carroza del festival siendo jalada por un Cowhorn mientras sonreía agradablemente a los ciudadanos. Fue mucho más difícil de lo que había pensado.



Gaius: “Aaah, bueno no se puede evitar. Incluso el gran yo tiene los hombros rígidos por eso.”



Gaius se frotaba el hombro mientras hacía una mueca amarga. A pesar de que era de mente abierta, no debe haber estado acostumbrado a tener que hacer ese tipo de cosas tampoco. Ella pensó que parecía estar divirtiéndose bastante durante el desfile, pero en el fondo ese era realmente el caso. Mientras hablaba de esas cosas, un joven vestido con ropas de alta calidad propias de un caballero entró por la puerta aún abierta. Y lo primero que salió de su boca fue ...



Weitzer: “-Gaius. ¿Qué estás pensando obstinadamente en ir a la habitación del Héroe-dono por tu cuenta?”



Criticó a Gaius en un tono amenazador con la cabeza en alto mientras lo miraba con el rabillo del ojo. Era el príncipe de Miazen, Weitzer Ryerzen. Sin embargo, sin actuar en lo más mínimo nervioso hacia esa actitud, Gaius actuó como si estuviera aburrido mientras se hurgaba la oreja con su dedo meñique.



Gaius: “¿Qué? ¿También vas a sermonearme ...? ¿No está bien? Podía oírlos hablar y todo. También quiero que las conversaciones deprimentes salgan rápidamente e ir a tomar un trago de alcohol.”

Weitzer: “¿Estás diciendo que le das prioridad al alcohol sobre la paz del mundo?”

Gaius: “Por supuesto que sí.”



Gaius reveló sus intenciones de corazón cuando golpeó su pecho. Viendo esa arrogancia mientras se pellizcaba la frente, Weitzer juzgó que cualquier conversación adicional con este hombre sería improductiva. Suavizando su expresión en un instante, se volvió hacia Hatsumi y la saludó.



Weitzer: “Me disculpo profundamente por ser tan ruidoso cuando acababas de levantarte, Hero-dono. ¿Has dormido bien?”

Hatsumi: “Sí. Gracias. Además, lamento hacerte esperar.”

Weitzer: “No, todavía debes estar cansada por la subyugación de los demonios. Es nuestra responsabilidad por pedir algo irracional. Hero-dono, por favor te preocupes.”

Hatsumi: “Si...”



Se comportaba modestamente para no avergonzarla, como de costumbre, era bastante caballeroso. Ahora que estaban pasando a una discusión seria, Hatsumi no podía quedarse encima de su cama y decidió ir a una silla. Sintiendo esto, Selphy fue a echarle una mano, pero por alguna razón Weitzer la detuvo.



Weitzer: “Selphy, déjame esto a mí”.

Selphy: “... Ya veo, entendido”.



Selphy cuestionó las acciones de Weitzer por un instante, pero de repente se dio cuenta de algo y se resignó con gracia.



Al ver este intercambio, fue Hatsumi quien estaba llena de preguntas cuando Weitzer se acercó.



Hatsumi: “¿W-Weitzer?”

Weitzer: “Ahora bien, Hero-dono, por favor toma mi mano”.

Hatsumi: “¿Eh? Ah, un ... G-gracias ... “



Weitzer estaba tendiéndole la mano para apoyarla. Preocupándose por ella, mostró una expresión amable. Hatsumi le agradeció tímidamente mientras desviaba la mirada. Este tipo de comportamiento era bastante común para él, pero en este tiempo todavía era bastante embarazoso. Aun así, ella tomó su mano y se levantó y ...



Gaius: “¿Oooh? Entonces, ¿ha ido a la ofensiva y con todo de una vez?”

Selphy: “Fufufu ...”



Los otros dos se reían como si encontraran algo gracioso. Weitzer luego guio a Hatsumi a su silla junto a los otros, y comenzó a hablar.



Weitzer: “Héroe-dono, ¿cómo estuvo tu comida hoy?”

Hatsumi: “U-un. La comida era deliciosa, pero...”

Weitzer: “¿Hubo algo sobre lo que no estabas satisfecha?”

Hatsumi: “No es eso, lidiar con ese tipo de lugares no es mi punto fuerte. Ah, no quiero decir que odie a su Majestad el Rey o la Reina o cualquier cosa. ¿De acuerdo?”



No se limita solo a esos dos, ella se llevaba bastante bien con la gente del palacio. Sin embargo, ella se sentía bastante incómoda al tener una comida en un lugar tan ceremonioso y no podía calmarse. Sin embargo, no estaba segura de cómo interpretó Weitzer sus palabras, pero habló con el aire de saberlo todo.



Weitzer: “No se puede evitar después de perderte tus recuerdos, estoy seguro de que te acostumbrarás a esos sentimientos tarde o temprano. Mientras estás envuelta en tales ansiedades, no podrás calmarte en ese tipo de lugar.”

Hatsumi: “No, eso no es realmente lo que quiero decir sin embargo ...”

Weitzer: “Te acostumbrarás pronto. Los modales de Héroe-dono mientras se sientas en la mesa son siempre hermosos después de todo.”

Hatsumi: “U-un ...”



Hatsumi respondió torpemente a los elogios de Weitzer. Ella no sabía lo que su trato estaba dejando tales halagos de una manera tan directa. Después de sentarse en su silla, pudo ver a Gaius sonriendo ampliamente. Selphy también estaba perdiendo en una risa sofocada. Ella no sabía lo que encontraron tan gracioso.



Hatsumi: “... Oigan, ustedes dos son así de vez en cuando, pero ¿qué sucede?”

Selphy: “No, no es nada.”

Gaius: “Así es, solo estamos siendo agradables”.



Los dos parecían felices, pero por alguna razón Weitzer estaba haciendo una expresión ofendida. Sin embargo, parecía que Gaius también encontraba esa actitud extraña, y su sonrisa se ensanchó. Mientras esperaba que Weitzer se sentara, Gaius le habló.



Gaius: “Entonces, ¿qué haremos a partir de aquí?”

Weitzer: “No creo que haya nada que hacer sin embargo?”

Gaius: “Oioi no tiene sentido solo decir eso aquí ¿no? ¿Estás enojado por algo?”

Weitzer: “Realmente no.”



Aunque dijo eso, Weitzer parecía enojado por algo. Dejando a un lado su pequeño intercambio, Hatsumi interrumpió la conversación.



Hatsumi: “Es una cuestión de hecho que tenemos a subyugar a los demonios, pero ¿cómo nos moveremos de aquí en adelante?”

Gaius: “Ese tipo de cosas, ¿no está bien simplemente actuar junto con los soldados y marchar sobre ellos como de costumbre?”

Weitzer: “Héroe-dono, también creo que es un plan sólido.”



En un extraño giro de los acontecimientos, Weitzer estuvo de acuerdo con la sugerencia de Gaius de seguir haciendo las cosas de la misma manera. Eso significaba que en realidad era una teoría sólida. Sin embargo, Hatsumi tenía pensamientos diferentes sobre el asunto.



Hatsumi: “Ese puede ser el caso, pero ...”

Selphy: “Hatsumi, ¿hay algo en lo que estés pensando?”

Hatsumi: “Si. Dado que tenemos este tipo de potencial de guerra independiente, estaba pensando que había una mejor manera de usarlo. Quiero decir, ya hemos levantado considerablemente la moral de los soldados con una gran victoria, no hay necesidad de inspirarlos más ¿no? En ese caso, creo que es mejor dejar el campo de batalla a los generales.”

Gaius: “¿Ah?”



Gaius no entendió exactamente lo que estaba insinuando, pero Weitzer parecía entender bien su proposición.



Weitzer: “En otras palabras, estás diciendo que sería mejor para nosotros movernos contra los demonios de forma independiente”.

Hatsumi: “Sí. Estaba pensando que era algo que podríamos hacer. Podríamos hacer un ataque sorpresa contra los Generales Demonio o algo así. Aunque puede ser un movimiento algo peligroso.”

Weitzer: “Ese es el caso, ¿no? Sin embargo, si es un éxito, entonces la carga sobre los soldados que luchan en el campo de batalla se aligerará notablemente.”



Tenían suficiente potencial de guerra como para ser considerados invencibles. Tenían tres personas que podían pelear de frente contra los demonios y uno que podía apoyarlos desde atrás perfectamente. Los cuatro también eran adecuados para operaciones encubiertas. Si pudieran tomar medidas y eliminar a los Generales Demonio y otros demonios influyentes, daría una ventaja al esfuerzo de guerra de la humanidad en general.



Hatsumi: “... Por supuesto, eso es solo si todos pelearan estando al tanto de los peligros”.



Tal como lo indicaban sus temores, era un plan bastante peligroso. Pondría mucha presión sobre Hatsumi y sus compañeros. Sin embargo, Weitzer habló con confianza como si la respuesta fuera obvia.



Weitzer: “Por supuesto, tenemos la intención de seguir a Héroe-dono”.

Hatsumi: “Incluso si Weitzer está de acuerdo con eso, no sabes lo que Gaius y Selphy piensan ¿verdad? Los dos tienen sus propios países de los que preocuparse, no puedes forzarlos. No hables como si estuvieras cortando su salida. Además, francamente, tampoco estoy completamente decidida sobre este plan.”

Weitzer: “M-mis disculpas”.



Después de ser reprendido, Weitzer entró en pánico inusualmente mientras se disculpaba. La razón por la que estaba agitado probablemente se debió a la naturaleza dura de sus palabras. Junto a Weitzer, quien todavía estaba perplejo por su error, Gaius le habló a Hatsumi con aire confiable.



Gaius: “No me importa en absoluto. Estoy cansado de estar estancado de todos modos, el peligro es justo lo que quiero.”

Selphy: “Yo también te acompañaré. No tengo ninguna intención de abandonar mi deber después de todo este tiempo”.

Hatsumi: “Gracias, los dos”.



Los dos, o más bien los tres, eran bastante prometedores. Después de que Hatsumi mostró su gratitud, Gaius la miró como si estuviera mirando algo extraño.



Gaius: “En cualquier caso, Hatsumi, no eras así antes, me sorprende que seas tan proactiva”.



Él debe haber dicho esto porque de repente propuso un plan tan agresivo. Al principio se encerró en su habitación por la impresión de perder sus recuerdos después de negarse a subyugar a los demonios.

Probablemente estaba contrastando su comportamiento con ese momento, pero ...



Hatsumi: “Prometiste no hablar de eso, ¿verdad? Caray... Es solo que mientras peleábamos, llegue a pensar que teníamos que vencer a los demonios, eso es todo.”



Después de luchar contra los demonios por un tiempo, llegó al punto en el que pensó que era un mal que no debía ser ignorado. Era obvio después de ver su fuerza y su malicia, pero ella solo tenía la sensación de que tenían que ser derrotados sin importar nada más. Además, ella creía firmemente que quería proteger no solo a la gente de este mundo, sino a los tres compañeros que lucharon junto a ella. Eran importantes para ella.



Hatsumi: “-Hey, Selphy. ¿Tenemos algo que hacer en Miazen?”

Selphy: “Realmente no. Solo tienes que tener en cuenta las fiestas nocturnas a las que debes asistir.”

Hatsumi: “Fiestas nocturnas ... ¿Por qué?”



Ella pensó que el desfile era necesario para calmar a los ciudadanos, pero honestamente no pensó que se necesitaran más ese tipo de servicio. Después de preguntarle a Selphy, Weitzer fue quien respondió.



Weitzer: “Es porque me gustaría que profundicemos nuestra amistad”.

Hatsumi: “Si se trata de todos ustedes, ¿entonces creo que ya nos llevamos bien?”



Hatsumi conocía a los tres desde su primera batalla. No pasó tanto tiempo desde que se conocieron, pero lucharon juntos en el campo de batalla, se salvaron mutuamente y se convirtieron en compañeros de confianza el uno para el otro. Ella pensó que no había nada más que eso, pero ...



Weitzer: “Me expresé mal allí. Por nosotros me refiero a la gente de la Alianza Saadias. Creo que debes conocer adecuadamente a padre, a madre y a los líderes de Miazen y de los otros países de la Alianza.”

Hatsumi: “Eso es... Si todos podemos llevarnos bien, entonces creo que está bien, pero no es algo a lo que tengamos que apresurarnos...”

Weitzer: “No, es un asunto urgente para la Alianza en este momento. Si Héroe-dono se va de inmediato...”

Hatsumi: “¿Estás diciendo que debería servir como un condimento para poner en orden a la Alianza?”

Weitzer: “N-no! ¡Eso no es lo que soy ...!”

Hatsumi: “Los demonios están invadiendo, creo que esa es la necesidad más urgente, aunque...”



Sabía que era necesario, pero, aun así, en el fondo de su corazón no estaba convencida.



Weitzer: “¡Eso está mal Héroe-dono! ¡Esto no se trata de usar Héroe-dono para nuestros fines personales...!”



Tal vez porque Hatsumi estaba haciendo una expresión complicada, Weitzer estaba tratando frenéticamente de corregirse pensando que la había ofendido.



Por otro lado, Gaius dejó escapar su risa habitual e intrépida y se volvió hacia Hatsumi.



Gaius: “Bueno, ¿ya deberías de darte cuenta no? Hatsumi”

Hatsumi: “¿De qué?”

Gaius: “Hatsumi, me refiero a los sentimientos del Príncipe Weitzer ...”

Hatsumi: “¿Sentimientos? Ciertamente, creo que estoy recibiendo demasiadas atenciones y me siento un poco mal por eso, pero...”



Después de ser invocada, no solo Weitzer, las otras personas del palacio la trataron muy bien. Habiendo sido quienes la convocaron, podría decirse que era obvio, pero ella no olvidó sus sentimientos de gratitud. Ella les transmitió esto, pero Gaius dejó escapar un suspiro de asombro como si estuviera fuera de lugar.



Gaius: “... Cómo lo digo ... Para decirlo sin rodeos, eres increíblemente lenta. De alguna manera me recuerdas a ese chico flaco con el que comí hace un tiempo...”

Hatsumi: “...?”



Ella realmente no podía entender lo que estaba diciendo. Después de calmarse un poco, Weitzer pareció tener una idea y expresó sus sentimientos honestos.



Weitzer: “Ciertamente es justo como Héroe-dono dice, sería de considerable ayuda para la Alianza. Sin embargo, creo que es algo necesario para ti que has perdido tus recuerdos, para poder vivir en paz después de derrotar a los demonios. Si estás ansiosa, entonces te apoyaré por el resto de tu vida.”

Hatsumi: “Pero ... no quiero causarle tantos problemas a Weitzer”.

Weitzer: “¡Yo ... no lo considero particularmente problemático!”

Hatsumi: “Pero...”



Ella no podía simplemente asentir con la cabeza tan simplemente. Sin importar la razón, no tenía intención de robarle la vida a Weitzer y no tenía la intención de presionar tanto la responsabilidad sobre él. Además, tenía un lugar al que regresar, y sintió que debía volver a él. Sí, ese chico que apareció en sus sueños, ella sintió que tenía que reunirse con el sin importar que sucediera.



Hatsumi: “...”



No podía dejar que la ansiedad de su amnesia ocupara su mente. Si no pensaba en nada más que en esa persona que tenía que recordar, que estaba oculta en los recuerdos ocultos por una brumosa neblina en el fondo de su mente, su mente dejaría de funcionar.

Sintiendo las sutilezas de su corazón por el color de su rostro, Weitzer la miró con expresión preocupada.



Weitzer: “... Héroe-dono”.

Hatsumi: “Lo siento. Nuestra conversación ha terminado, así que déjame en paz por un tiempo.”

Selphy: “Hatsumi”

Hatsumi: “Estoy bien. Gracias, Selphy.”



Cuando Selphy la llamó, Hatsumi le devolvió la sonrisa como para decirle que no se preocupara por ella. Después de que Weitzer dijo en tono de disculpa ‘No me molesta después de todo’, los tres salieron de la habitación. Poco después de que se fueran, Hatsumi se levantó de su silla y arrojó su cuerpo sobre la cama.

Luego levantó la mirada hacia el tapiz que estaba pegado al techo y de repente se escapó de sus pensamientos.



Hatsumi: “... Debo regresar al lugar de donde vine”.



Sus compañeros eran importantes para ella, pero ella no quería dejar atrás sus recuerdos. Ella quería saber quién era ella. En el lugar al que tenía que regresar, puede haber personas esperándola también.



Entonces-



“Y ahí vamos”.



Mientras estaba meditando, de repente oyó que una voz casual provenía de afuera de la ventana. La ventana estaba abierta de par en par. Curiosa por la voz, giró la cabeza hacia la ventana mientras aún estaba recostada sobre su cama. Como si acabara de trepar al marco de la ventana, un joven estaba en canclillas allí vestido con ropa verde y pelo negro.



Suimei: “¡Hola!”

Hatsumi: “¡¿Eh?! ¿Eh? Eeeeeh!?”



El joven apareció de repente y levantó su mano mientras la saludaba íntimamente. Hatsumi salió de su cama con asombro.



Hatsumi: “¡Ha-espera, este es el cuarto piso!”

Suimei: “¿Hm? No es que no puedas escalar solo cuatro pisos si lo intentas lo suficientemente ¿no? Es posible agarrarse a estas protuberancias y escalar. Aunque no hice eso.”



Mientras gesticula la acción, el joven habló con indiferencia. Ciertamente había innumerables maneras de escalar hasta aquí, pero hubo un problema antes de eso.



Hatsumi: “¿C-cómo llegaste a los terrenos interiores del palacio?”

Suimei: “Hice eso con solo un poco de algo es todo...”



Al decir eso, el joven juntó el pulgar y el índice y los separó repetidamente. Después de demostrar que su infiltración era un asunto simple con ese gesto, saltó desde la ventana a la habitación como si fuera natural.

¿Quién era él? Dejando esa pregunta a un lado por el momento, Hatsumi tomo la espada que dejó cerca. Y luego, como si fuera capaz de cortarlo en cualquier momento, tomó una posición con la espada en su cadera.



Hatsumi: “¡No te muevas!”



Una advertencia. Y luego, como si el joven no entendiera lo que estaba diciendo, se puso rígido como si el tiempo se hubiera detenido por un momento, y dejó escapar una voz histérica.



Suimei: “... ¿Ha?”

Hatsumi: “¿Ah? ¡Mi trasero! ¡Eres un intruso! ¿¡Quieres que te mate!?”



Ella dejó escapar una advertencia una vez más hacia el joven que estaba haciendo una expresión idiota. Después de permanecer allí como un idiota por un tiempo, finalmente sintió su sed de sangre, comenzó a entrar en pánico.



Suimei: “M-matar? ¿Qué estás diciendo? ¿Matar? No eres del tipo que hace ese tipo de bromas ¿verdad?”

Hatsumi: “Sí, estoy sorprendida de que lo sepas. No es una broma.”

Suimei: “No.… no es una broma, ¿¡qué diablos estás diciendo!? ¿En serio estas planeando matarme? A mí - ¿De verdad? ¿Estás enfadada porque de repente entré en la habitación de una chica? Eso es ciertamente malo, pero ...”

Hatsumi: “Incorrecto.”

Suimei: “¿¡Entonces que es!?”



Hatsumi miró fijamente las dagas en él como si perforara su cuerpo. No tenía idea de por qué el joven estaba tan sorprendido. Teniendo en cuenta lo que estaba haciendo, debería haber sido obvio lo que sucedería.



Hatsumi: “¿No lo puedes adivinar sin que te lo digan? Una desconocida entró repentinamente a mi habitación, normalmente cualquier persona estaría en guardia.”

Suimei: “¿Desconocido, dices ...?”

Hatsumi: “Por lo menos, yo no te reconozco ... en absoluto”.



Después de venir a este mundo, ella ni siquiera se había viso ni se había encontrado con este joven. A pesar de eso, ¿por qué estaba haciendo esa cara de desconcierto como si estuviera de pie ante un conocido? Ella no podía entenderlo en absoluto.



Sin embargo, el joven estaba muy conmocionado por sus palabras.



Suimei: “N-no bromees. Este no es el tipo de lugar para lanzar ese tipo de broma ¿cierto?”

Hatsumi: “¿No he estado diciendo que no estoy bromeando? No te conozco.”

Suimei: “¡No hay forma de que no me conozcas! ¡Soy Suimei! ¡El amigo de la infancia de Kuchiba Hatsumi! ¡Yakagi Suimei!”

Hatsumi: “A-amigo de la infancia?”

Suimei: “Si eso es. Soy tu amigo de la infancia. Te lo ruego, por favor deja las bromas de lado...”



El joven, Yakagi Suimei, dejó escapar una voz agonizante al final de su ingenio. Ella no esperaba que él dijera que es su amigo de la infancia, y su actitud hasta ahora era ciertamente como si él fuera de hecho cercano a ella. Sin embargo, su excusa tenía un punto extremadamente extraño.



Hatsumi: “¿Qué estás diciendo? Soy un héroe convocado de otro mundo, ¿sabes? No hay forma de que tenga un amigo de la infancia de este mundo.”



Esto estaba en completa oposición a este joven, las palabras de Yakagi Suimei. Fue una verdad innegable. Ciertamente era posible que Hatsumi tuviera un amigo de la infancia. Sin embargo, ya que fue invocada desde otro mundo, era absolutamente imposible para ella pudiera tener un amigo de la infancia en este mundo. Él puede tener una razón para infiltrarse en este lugar y usar esa mentira como una forma de acercarse a ella, por lo que a los ardides se le ocurrió que estaba demasiado mal preparado.



Por otro lado, teniendo esa verdad ante él, el joven estaba asombrado, como si todo en lo que creía acabara de ser traicionado.



En poco tiempo, mostró una expresión como si sospechara algo.



Suimei: “Oi, tú, ¿podría ser, tus recuerdos ... se han ido?”

Hatsumi: “Ciertamente es justo como dices, tengo amnesia”.

Suimei: “Oioi, ¿en serio ...?”



Cuando ella declaró esto, el joven miró con asombro como si solo

se dio cuenta de una verdad impactante.


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