Isekai Mahou wa Okureteru!


Capítulo 25: Maniobras secretas de los apóstoles



Fecha de Publicación: 2018-02-03 16:43:09

Fecha de Actualización: 2018-02-03 16:43:09

Publicado por: drakaurs


A altas horas de la noche, en una iglesia en la Capital Imperial, un elfo delgado esperaba a alguien con aburrimiento ingobernable. La razón por la que vino aquí fue por el hecho de dar un informe regular. Él entregaría la información que reunió a la persona con la que se estaba reuniendo. Eso es todo.



Sin embargo, sin importar cuánto tiempo pasó, la persona que estaba esperando no apareció. El elfo delgado estaba bastante nervioso, ya que la otra persona siempre aparecía temprano cuando se encontraban. Teniendo en cuenta el tiempo que esperó hasta la reunión ordinaria y el tiempo posterior, fue bastante considerable. Naturalmente, debido a su nerviosismo, se irritó con bastante facilidad. El golpeteo de su pie había alcanzado su pico, y estaba a punto de patear un banco cercano cuando ...



“¿Hay alguien ahí?”

Elfo: “¿¡!?”



Cuando fue llamado de repente, el elfo detuvo su patada. Una voz suave reverberaba desde las profundidades de la capilla donde se alzaba una estatua inspirada en el modelo de la Diosa. Cuando se volvió para mirar, de pie bajo la claraboya e iluminado por la luna, había una monja teriomorfe. Salió de la atmósfera limpia de la iglesia hacia el hombre mientras sostenía su cuerpo como si estuviera protegiendo su estola. El elfo no esperaba en absoluto que alguien de la iglesia aún estuviera presente y endureció su cuerpo. La monja teriomorfe lo llamó con una dulce voz como la de un gato.



Mujer: “Para venir a la iglesia en ese momento, ¿tienes algo que hacer aquí?”

Elfo: “No ... solo lo estaba usando este lugar para encontrarme con alguien ...”

Mujer: “Oh my, ¿en serio?”



Mientras hablaba sin dar ninguna clase de excusa, la hermana dejó escapar una suave sonrisa hacia él. Al ver cómo él ingresaba en la iglesia arbitrariamente, pensó que no sería extraño si ella se sintiera un poco irritada con él, pero parecía que ese no era el caso. Sin embargo, esta fue la primera vez que escuchó que alguien tenía un turno en este momento en la Iglesia de la Salvación ...



Elfo: “Umm, hermana, ¿por qué está en la iglesia a esta hora?”

Mujer: “A decir verdad, al igual que usted, estoy esperando a alguien aquí”.



Sus palabras deberían haber sido amables y gentiles. Podía oír la voz característica que provenía de la garganta de un teriomorfo felino. Sin embargo, él sintió que su sonrisa alegre había caído bruscamente en una sombra oscura. Al ver ese ligero cambio, sin saber por qué, el elfo podía sentir la piel de gallina.



Elfo: “... Qué casualidad, ¿eh?”

Mujer: “Sí, realmente lo es”.



La encantadora risa de la hermana resonó en la habitación. Al oír su voz, el elfo fue llevado a creer que la premonición que acababa de tener era un completo malentendido. Como si hablara con un compañero en el crimen, él le habló con una vulgar sonrisa en su rostro.



Elfo: “Oye hermana.”

Mujer: “¿Sí?”

Elfo: “¿Le importaría hablarme sobre la persona que estás esperando? Es solo que mi interés se ha despertado un poco al preguntarme qué clase de persona tendría que encontrarse con una monja tan tarde en la noche.”

Mujer: “Eso es algo difícil de decir”.

Elfo: “¿Podría ser tu amante?”



El elfo se adelantó con confianza mientras se acercaba a la monja. No solía tomar parte en este tipo de conversaciones, pero se había cansado del aburrimiento de esperar a alguien. No importaba lo que fuera, solo quería entretenerse y matar algo de tiempo. Estaba seguro de que la única razón por la que la monja podría encontrarse con alguien en secreto tan tarde en la noche sería por una cita.



Mujer: “Eso es... Aunque es embarazoso ...”



Justo cuando lo adivinó, las mejillas de la hermana comenzaron a enrojecer.



Mujer: “-Yo, he estado esperando aquí por ti”.

Elfo: “Eh-?”



Al mismo tiempo, el delgado elfo dejó escapar una voz desconcertada, la mano derecha de la monja atravesó su pecho. Cuando ella sacó su mano, toda la fuerza abandonó su cuerpo. Su corazón había golpeado el suelo limpiamente. Su cuerpo se había vuelto como una marioneta oxidada ya que no se movía como él lo deseaba y un fluido rojo espeso salía de él. Todo lo que pudo hacer fue derrumbarse.



Todo lo que pudo ver cuando se sintió jalado por el abismo, fue la figura de la hermana con su estola colgando de una mano y su otro brazo completamente teñido de rojo. Su conciencia se desvaneció cuando comenzó a lamer la sangre de su brazo.



Monja: “Fuu: los elfos siempre ensalzan cuán superior es su sangre, pero su sabor es inesperadamente malo, ¿eh?”



La monja teriomorfo, la voz decepcionada de Clarissa reverberó a través del interior de la iglesia. Miro la cáscara vacía del elfo con desdén y pensó desde el fondo de su corazón que su sangre era repugnante, luego se dio la vuelta como si hubiera perdido completamente el interés. Detrás de ella, apareció una pequeña sombra.



“... Como de costumbre, tienes una forma bastante desagradable de matar gente”.

Clarissa: “Oh my, Jill. ¿Tú estabas ahí?”

Jill: “Aunque ya te habías dado cuenta ... no puede ser, realmente eres descarada. Sí, llegué aquí hace un momento.”



La identidad de la pequeña sombra era la mujer enana, Jillbert Griga. Tenía un cuerpo que era aproximadamente del tamaño de un niño de la escuela secundaria, pero tenía más de veinte años. Dentro de ese pequeño cuerpo mentía una cantidad de fuerza física inimaginable y aterradora. Como para probar esto, estaba dando vueltas alrededor a una gran acá en la punta de su dedo como si fuera una pluma. EL hacha era tres veces más grande que ella y no coincidía con su apariencia. Sin embargo, ella la llevaba con calma, como si no pesara nada en absoluto. En poco tiempo, Jillbert se apoyó en su hacha y tomó asiento. Clarissa luego le planteó una pregunta.



Clarissa: “¿Qué sucede?”

Jill: “Fue terrible ... O mejor dicho, no pudo ser más que terrible. Después de ser enviado al este a buscar bebidas, y además de tener que encargarse de ese tipo de trabajo, esa persona realmente trata a sus subordinados de manera rusa.”



Jillbert le golpeó el hombro mientras dejaba escapar un suspiro cansado. Ella dejó escapar una queja ociosa a alguien que no estaba presente. Sin embargo, manteniendo para si sus pensamientos sobre el asunto, miró el cadáver del elfo.



Jill: “En cualquier caso, ¿está bien? Se suponía que ese tipo era el sirviente de Romeon.”

Clarissa: “No hace mucho tiempo se transmitió una orden para eliminarlos tanto a él como a Romeon”.

Jill: “Hmmm ... ¿Es así?”



Una luz feroz habitaba en los ojos de Jillbert. Ella era como una bestia que había encontrado su presa.



Clarissa: “Sí. Había ido demasiado lejos, y era demasiado rebelde ... Es por eso “.

Jill: “¿Hm? Entiendo la parte rebelde, pero ¿a qué te refieres con que él había ido demasiado lejos?

Clarissa: “Jill. En principio, eres consciente de que esa persona había tenido la intención de marcar el comienzo de la oscuridad ¿verdad?”

Jill: “Sí. Si se tratara de esa chica, entonces ella se convertiría en un buen activo, ¿verdad? Fue por esa razón que entraron en contacto por primera vez con Romeon ¿verdad?

Clarissa: “Sí. De acuerdo con el plan, le concedimos su deseo y luego la acomodaríamos con nosotros. Pero usando su propio juicio, comenzó a usar la oscuridad para su propio propósito.”



Al escuchar esto, Jillbert dejó escapar un gran suspiro.



Jill: “Haaaa, ya veo... Al final resultó así eh. Es por eso que estaba en contra desde el principio ¿sabes? Le dije que no atrajeran a Romeon porque tenía un hedor vulgar.”

Clarissa: “Ciertamente, tu nariz es bastante excepcional”.

Jill: “Entonces, ¿vamos a ir ahora? A terminar a ese tipo.”

“-No, parece que no habrá necesidad de eso”.



Mientras Clarissa y Jillbert discutían cómo se repartiría el castigo, la voz de un hombre se interpuso entre ellas. Cuando llegó esa voz familiar, los dos se volvieron para mirarlo. De pie allí estaba un hombre con cuernos plateados sobre sus orejas, un dragonnewt con ropa tradicional japonesa.



Jill: “Oi, llegas tarde. Nunca he oído que un dragonnewt sea tan despreocupado, ¿sabes?”

“Ha pasado tanto tiempo desde que vi las calles de Imperial Capital, me mareé un poco”.



El dragonnewt respondió frívolamente a la crítica de Jillbert. Por otro lado, Clarissa lo saludó con voz una voz alegre como si estuviera saludando a un buen amigo.



Clarissa: “Eanru, ha pasado mucho tiempo. Sin embargo, ¿a qué te refieres con que no habrá necesidad de eso?”

Eanru: “Hace un momento, la presencia desbordante de Romeon se debilitó. Además, había un presagio de que algo grande llegaría.”

Clarissa: “… ¿De dónde?”

Eanru: “Desde la dirección de la biblioteca de la Universidad Imperial, ya viene”.



En el momento en que Eanru terminó de hablar, sintieron la presencia de una gran cantidad de poder mágico y el mundo comenzó a temblar. Pilares de luz comenzaron a caer incesantemente desde el cielo. Este evento anormal continuó por un tiempo, y finalmente la tranquila noche regresó.



Eanru: “Así que estiro la pata. No, él está en la puerta de la muerte eh... Estaba completamente impresionado sin dejar rastro sin ninguna posibilidad”.

Jill: “... Oi, dragón, ¿quién hizo ese tipo de cosas?”

Eanru: “¿Cómo podría saberlo? Yo soy el que quiere saber qué tipo de persona tiene tanto poder ... Fu ... y pensar que, en una noche, no solo una sino dos personas además de los héroes superarían el poder del Emperador de la Geomancia.”

Jill: “¿Ah? ¿Dos personas? ¿Qué quieres decir?”

Eanru: “Es tal como dije. En este momento dentro de la Capital Imperial existe la presencia de cinco presencias fuertes. Uno fue el que acabamos de ver. Otro está alrededor de la puerta norte... Probablemente este alrededor de donde están el Emperador Geomancia y los héroes.”

Jill: “Hou ...”



Después de la respuesta poco entusiasta de Jillbert, el interior de la iglesia se llenó con la agradable risa de Eanru.



Jill: “Parece que te estás divirtiendo”.

Eanru: “Sí, ha pasado mucho tiempo desde que apareció alguien que hizo hervir mi sangre. Me emociona.”

Jill: “Maldito maníaco de las peleas...”



Jillbert escupió un insulto al comentario de Eanru. Aunque Eanru solo podía oír tales palabras como un cumplido y una vez más comenzó a hablar mientras aún rebosaba de alegría.



Eanru: “-Oops. Por cierto, Clarissa, ¿dónde está Red Pain? ¿Se suponía que ese hombre no vendría hoy?”

Clarissa: “Red Pain-dono todavía está bastante ocupado, así que se excusó de la reunión de hoy.”

Eanru: “¿A pesar de que esa persona viene? Para ese hombre que adora a esa persona como si ustedes dos no vinieran, el cielo debe estar cayendo. O más bien, ahora mismo las estrellas están cayendo, ¿eh? Jajajajaja.”



Eanru de repente riéndose solo fue solo negocios como de costumbre. A Clarissa no le importó en absoluto, ya que solo se quedó allí como estaba. En cuanto a Jillbert, comenzó a hablar de la situación de Red Pain.



Jill: “Todavía quedan algunas complicaciones dentro del área. Esos demonios se están actuando de manera muy llamativa después de todo. Por eso fue detenido por un tiempo.”

Eanru: “Demonios, eh. ¿Pero que el héroe no los subyugó?

Jill: “Parece que eso no es del todo cierto”.

Eanru: “Hohou”

Jill: “Bien dejando eso de lado ... Es la limpieza la que está ocupando más tiempo. Ese país es muy preciado para Red Pain después de todo.”

Eanru: “Ya veo. Aquellos que tienen muchas obligaciones están bastante preocupados. Bueno, es por eso que es fuerte a pesar de ser un humano.”

Jill: “Eso es todo lo que estarás haciendo hoy...”



Cuando Eanru comenzó a reírse otra vez, Jillbert solo pudo suspirar una vez más. A diferencia de asombrarse, era más que simplemente se estaba cansando. Sin embargo, en un cambio completo, Jillbert señaló con una aguda mirada hacia Clarissa.



Eanru: “Entonces, Clara. ¿Qué haremos con el sucesor de Romeon? Si no llenamos el agujero que dejo, se convertirá en un obstáculo para nuestro progreso.”

Clarissa: “Eso ya se ha solucionado”.

Eanru: “¿Quién es?”

Clarissa: “Yo tenía en mente a alguien que sugerí, pero además de disculparse por este caso, parece que invitaron a otra persona a quien tenían en la mira mucho antes”.

Eanru: “¿Sus ojos puestos...? Como pensé, ¿alguien usa la oscuridad?

Clarissa: “No. La oscuridad se está poniendo en espera. Ellos entrarán en contacto con nosotros otro día.”



Eanru luego se unió a la conversación.



Eanru: “¿Asi que? ¿Es ese tipo alguien que tiene suficiente poder para unirnos en una pelea?”

Clarissa: “Parece que sus capacidades no serán un problema. Después de que su negocio termine, parece que se encontrarán con nosotros.”

Eanru: “¿Cuáles son nuestros planes desde aquí?”

Clarissa: “Aparentemente, debemos dirigirnos hacia la Alianza Saadias”.

Eanru: “… De Verdad. Si nos iban a llamar de regreso, no había necesidad de mandarnos aquí en primer lugar ...”



Cuando Eanru dejó escapar su asombro por gastar su esfuerzo, Jillbert lo miró como si estuviera fuera de lugar.



Jill: “¿Acaso no dijiste que estabas emocionado?”

Eanru: “Sí, ahora que lo mencionas. Me tienes allí “.



Eanru una vez más estalló en carcajadas cuando Jillbert negó con la cabeza. Apartando la mirada de él como si hubiera renunciado por completo a él, se volvió hacia Clarissa.



Jill: “¿Por qué volvemos a la Alianza?”

Clarissa: “Parece que los demonios que se escabulleron en Astel hicieron que el cronograma se moviera”.

Jill: “Se moviera, eh ...”



Jillbert no podía entenderlo solo por esas palabras. Ella estaba tratando de considerar qué tipo de efecto tenía ese movimiento de aquí en adelante. Clarissa a quien se le dijo esto directamente, Eanru y también Red Pain que no estaba presente seguramente tampoco lo sabían. Todo estaba dentro de la cabeza de aquella persona. Aun así, al no tener nada más de qué hablar, Jillbert tomó su arma y comenzó a caminar de regreso a casa. Eanru fue de repente a la salida de la iglesia. El cadáver que estaba a sus pies también se había desvanecido de repente.



Clarissa: “Bueno, entonces todos, una vez que haya completado sus preparativos, diríjase a la Alianza”.



Cuando la voz de Clarissa dejó de sonar en el aire, la iglesia volvió a estar completamente en silencio.


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